Número de edición 8481
Política

Arancedo: “La relación entre la Iglesia y el Gobierno tiene que ser con autonomía”

Presidente Conferencia Episcopal

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, afirmó que “la relación de la Iglesia y el Gobierno tiene que moverse en sana autonomía y también cooperación”, en tanto calificó su reunión del jueves último con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como “muy cordial y útil”.

Arancedo, quien reemplazó esta semana al cardenal Jorge Bergoglio al frente del Episcopado, mantuvo el jueves un encuentro con la Presidenta en la Casa Rosada, del que también participaron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el canciller Héctor Timerman y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.

Acompañaron a Arancedo los flamantes vicepresidentes primero y segundo del Episcopado, monseñores Virginio Bressanelli (obispo de Neuquén), y Mario Antonio Cargnello (arzobispo de Salta), respectivamente, junto con el secretario general, monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires.

“La reunión fue muy cordial, la agradecemos porque a las pocas horas que pedimos la reunión, ella inmediatamente nos dio la audiencia y estuvimos más de 45 minutos. Larga la charla, muy distendida ella, y también nosotros, conversamos con mucha libertad. Fue útil para las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno”, sostuvo.

En una entrevista difundida por el equipo de prensa de la Conferencia Episcopal, Arancedo relató que le dijo a Cristina que él y sus colaboradores eran “pastores”, y que por lo tanto abordarían los temas “no desde una óptica político-partidaria, opositora u oficialista, sino como pastores, con fidelidad al Evangelio”.

“Por eso creemos que la relación de la Iglesia y el Gobierno tiene que moverse en esa sana autonomía y también cooperación en el bien común y al servicio del hombre. Nosotros tenemos que estar cerca del pobre y no es una estrategia demagógica. Es fidelidad y si no nos ven cerca, recuérdennoslo”, agregó.

Según expresó, en la reunión con la jefa del Estado “lo más importante no fue lo que se dijo sino el gesto” de encontrarse, porque “se habló de todos los temas y ellos escucharon lo que piensa la Iglesia. La Presidenta lo conoce. En esto hay una continuidad con el camino de la Iglesia en la Argentina”.

Al ser consultado sobre su perfil, se consideró “dialoguista”, aunque confesó tener “algunos días en los que quizás tanto no” dialoga.

“A nosotros nos marcó mucho la figura de Pablo VI y sus encíclicas -con sus imágenes del diálogo y la evangelización- Ecclesiam Suam y después Evangelii Nuntiandi como una clave para interpretar el Concilio. Somos obispos que nacimos con el Concilio en el marco de la Iglesia-mundo como misión propia de la Iglesia. Existe para evangelizar, por lo tanto, su relación con el mundo es clave y ahí el diálogo aparece como un elemento importante”, añadió.

Con respecto a su visión del mundo actual, lo catalogó de “difícil, en el que se han perdidas muchas cosas y se construye desde una libertad sin límites” y en el que muchas veces “el hombre aparece esclavo de su libertad porque no ha encontrado la verdad que lo haga libre”.

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