
El joven fue golpeado por un grupo de personas y perdió la vida a causa de las heridas.
El hecho ocurrió en abril de este año en la localidad de Rafel Castillo. Su familia exige justicia.
El 11 de abril pasado, David Torres Coronel (32) fue atacado por una patota y nueve días después perdió la vida a causa de los golpes recibidos en la intersección de Polledo y Ascasubi, en Rafel Castillo.
El joven sufrió una fractura de cráneo, estuvo internado y fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Interzonal Güemes, Haedo, pero tuvo un paro cardiorrespiratorio y no lograron salvarle la vida.
Según los testigos, David había ido a visitar a un amigo y cuando se dispuso a volver a su casa, sus amigos escucharon ruidos y vieron como un grupo de personas lo golpearon con objetos contundentes y lo pateaban en el suelo hasta que lo dejaron inconsciente.
La denuncia fue radicada en la Fiscalía Especializada de Homicidios de la zona y la investigación se encuentra a cargo del fiscal Maroto José Luis, e interviene el Juzgado de Garantías N°1 de San Justo.
La causa
Soledad Torres, hermana de la víctima, le informó a Diario NCO: “Están todos detenidos. Son tres: Analía Cejas, Jonathan Cejas, Víctor Damián Jottar”, y agregó que hay un atacante que está libre por ser menor de edad.
“Se dijo que le quisieron robar y él se defendió. Por testigos sabemos que los agresores o asesinos estaban tomados y vaya a saber qué más. Después de golpear a David siguieron tomando hasta cerca del mediodía y la policía recién fue a la tarde cuando ya no estaban”, aseguró la entrevistada.
Y agregó: “No avanzó mucho la causa por esta pandemia. Hace unos días tuve que ir a la cuadra dónde paso todo para ver si algún vecino me daba sus datos para declarar. Si bien, en su momento, les tomaron declaración en sede policial, nuestra abogada pide que se ratifiquen las declaraciones”.
Asimismo, Soledad señaló que le genera “impotencia” ver a uno de los acusados libre por el barrio y pidió que, si bien su hermano no va a volver, se haga justicia con los agresores detenidos para que su familia pueda hacer el duelo tranquila.
Matanza duele
Asimismo, Soledad indicó que desde que le pasó esto a su familia se unió al grupo “Matanza duele”, una organización compuesta por familiares de víctimas de la inseguridad y hechos de violencia.
La entrevistada remarcó que las familias y amigos de todas las víctimas, que componen la agrupación, quieren marchar, pero debido al Covid-19 no pueden hacerlo y que cuando pase todo esto sus “gritos de justicia se harán oír” con mucha más fuerza.
“Los últimos viernes de cada mes se hace una marcha en pedido de justicia. Ahora por la pandemia no se estaba haciendo, pero el mes pasado, con los recaudos pertinentes, fuimos a marchar”, señaló la joven.
Un pibe querido
Su hermana sostuvo que era un muchacho trabajador y de barrio, muy querido por su familia, por sus amistades y por los vecinos y vecinas, quienes lloran por su ausencia y piden que se haga justicia.
“David era albañil, trabajó siempre con mi papá. Fanático de La Renga, un pibe muy querido, nunca tuvo problemas con nadie, le gustaba salir, disfrutar, estaba de novio. Todo Castillo lo lloró y llora. Increíble la cantidad de gente que lo quiere. En el barrio le hicieron dos murales en su memoria”, contó Soledad.
Y relató: “Era el mimado de mamá, quien está muy mal. Ahora para levantarla de la cama empezamos a hacer empanadas, ella es santiagueña y hace las mejores empanadas caseras, para vender, todos estamos mal y la vida continúa”.
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