La semana pasada, la enfermera del Hospital Durand, Virginia Virarica, de 61 años, falleció luego de permanecer durante varios días en terapia intensiva con un cuadro de coronavirus agravado por su condición de paciente diabética de tipo dos.
Héctor Ortiz, secretario general de la comisión interna de ATE en el Hospital, se comunicó con “Haciendo Radio”, la producción de Diario NCO que se emite lunes, martes, miércoles y viernes de 10.30 a 13 por la 20.20 y por https://www.diario-NCO.com/radio.
Durante su conversación con el programa, Ortiz expuso la terrible situación que se vive en el nosocomio que, no solo ya no da abasto, sino que se convirtió en foco de contagio debido a la falta de nombramientos y la carencia de los insumos necesarios para la protección del personal.
Una muerte y un hospital rebalsado
Virginia trabajaba desde hacía muchos años en la clínica porteña, era paciente de riesgo y le correspondía estar de licencia, pero la necesidad de llegar a fin de mes y la imposibilidad de encontrar otro trabajo la obligaban a presentarse y trabajar horas extras por $70 cada una.
Mientras se preparaba para despedirla con una suelta de globos, el secretario interno de la Asociación de Trabajadores del Estado declaró que “hay más de 300 compañeros infectados” y que “el hospital está lleno de Covid-19”.
En el Durand, hay tres pisos completos destinados al tratamiento de 150 pacientes infectados con coronavirus. Cuentan con tres terapias intensivas, de las cuales dos se encuentran totalmente llenas y la tercera funciona con una disponibilidad máxima de cinco camas.
La saturación como factor común
Como dice Ortiz, la causa de que una sala de terapia intensiva funcione menos que a medias y que haya tanta cantidad de médicos y enfermeros contagiados radica en la irresponsabilidad y la falta de ayuda por parte del gobierno porteño.
A su vez, las posibilidades de derivar a quienes se acercan con posibles cuadros de contagio son bajas debido a que la gran mayoría -si no todos- los hospitales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentran en las mismas condiciones.
“Acá quedan en la guardiaporque no hay respuestas. Noes fácil derivar si no hay lugar en otros hospitales porteños. Las terapias sufren todas elmismo problema. Queremos evidenciar esto. El gobierno sale a decircosas que no tienen nada que ver con la realidad”, denunció Ortiz.
El reclamo
El trabajador hizo hincapié en la necesidad de nombramientos e insumos de buena calidad ya que se genera un círculo vicioso donde la misma saturación hace que la gente “esté amontonada, esperando en los box sin poder recibir atención y pasando frio porque no hay calefacción”.
“A ver si el gobierno se digna a mandar recursos humanos competentes y ofrecer mejores sueldos para tentar a los compañeros. Necesitamos enfermeros, médicos, kinesiólogos capacitados, no recién recibidos”, explicó Ortiz.
El reclamo de personal experimentado tiene su base en que los bajos salarios que perciben los trabajadores de la salud pública hacen que a los mismos “se los lleve el sector privado y tantola enfermería como la medicina no llegueni a entrar al hospital”.
Los enfermeros fallecidos del Durand
Con Virginia, ascendió a tres la cantidad de enfermeros pertenecientes al Hospital General de Agudos Carlos G. Durand que fallecieron tras contraer Covid-19 debido al constante contacto estrecho con civiles infectados.
A mediados del mes de junio, falleció Julio Gutiérrez, enfermero de 52 años que se desempeñaba en el servicio de Pediatría y que tenía antecedentes de asma bronquial. Dos meses después, Grober Licona Díaz, de 45 años, con cuadro agravado por mal de Chagas.
“Es importante el reconocimiento a la carrera profesional delos enfermeros, deacuerdo a la Ley 6035, que es el personal que más necesitamos para trabajar. Por favor, no queremos morir más, queremos llegar a nuestras casas”, cerró Ortiz.
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