
La propagación del coronavirus obligó a la comunidad académica a acostumbrarse a metodologías y herramientas digitales con el propósito de garantizar la continuidad pedagógica
El nuevo contexto impuesto por la pandemia producto del coronavirus obligó a que la educación universitaria fuera trasladada a los hogares lo que supuso la implementación de nuevas metodologías y mecanismos de enseñanza y de transmisión de los contenidos.
De la noche a la mañana, los docentes y estudiantes tuvieron que familiarizarse con el uso de plataformas y herramientas virtuales que hoy se constituyen como protagonistas de la escena académica.
En este sentido, Diario NCO dialogó con las docentes Agustina Lassi y Marina Acosta y con las estudiantes de la carrera de licenciatura en Comunicación Social, en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), Marisol Bentivenga y Solange Portela para conocer cómo atraviesan la experiencia de la educación digital.
Adaptación a una nueva metodología de trabajo
En cuanto a lo que implicó aclimatarse a la cursada virtual Lassi, quien se desempeña como docente e investigadora en la Universidad Nacional de La Matanza y en la Universidad Nacional Arturo Jauretche sostuvo: “Para mí significó mucho más tiempo a la planificación de las clases.
Además, la docente agregó que “significó establecer espacios virtuales para alojar el material porque las plataformas de las universidades nacionales no dan abasto, asistir a compañeros y colegas para que también puedan hacer el mismo trabajo que yo”, enlistó la entrevistada.
“Significó un cimbronazo muy grande en términos de organización familiar, de tiempo y de despliegue de estrategias pedagógicas y didácticas ajustadas a las circunstancias, lo cual no quiere decir que antes no tuviéramos recursos digitales”, comentó la profesora que dicta la materia Comunicación Institucional en la UNAJ.
Asimismo, la docente y doctora en Ciencias Sociales, Marina Acosta, quien también ejerce su profesión en la UNLaM, la UNAJ y la Universidad de Buenos Aires (UBA), manifestó: “La virtualización de las clases para los profesores y profesoras fue, creo yo, un desafío”.
En este sentido, Acosta añadió que “nos tuvimos que adaptar, en muy poco tiempo, a una nueva modalidad que, si bien ya veníamos manejando las herramientas, tuvimos que empezar a conocer y a aprender estas plataformas que eligieron las universidades para que se pudiera realizar esto que denominamos virtualización”.
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Preparativos para las clases virtuales
En relación a la manera en que organizaron la cursada junto a sus colegas Lassi explicó:” En la mayoría de las materias en las que trabajo tenemos por encima de 50 alumnos, entonces tomamos una determinación que fue hacer material audiovisual por clase”.
“Unificar temas en un PowerPoint, grabando nuestra voz con una explicación de aproximadamente entre 30 y 40 minutos y la apertura de foros para despejar dudas con los alumnos y proponerles algún ejercicio”, detalló la profesora que dicta las materias Teorías de la Comunicación 2 y Política y Comunicación en la UNLaM.
En esta línea, Acosta, quien dicta las materias Política y Comunicación (UNLaM) y Comunicación Institucional (UNAJ) habló sobre las metodologías que implementaron y detalló: “Hicimos un trabajo que fue virtualizar toda la materia, hacer PowerPoints con audios explicando conceptos y la apertura de foros”.
En el caso de la modalidad que adoptaron en la materia Planificación de la Actividad Periodística que Acosta dicta en la UBA la entrevistada explicó: “Por ahora, no dimos clases mediante plataformas de transmisión sino que les pasamos a nuestros alumnos PowerPoints y guías de lectura para que pudieran seguir los textos”.
Universidad digital y la transformación de los hábitos
“Mi rutina la afectó completamente. La virtualidad no tiene horarios y por más que uno quiera imponerle horarios, lo mails llegan igual, las consultas en los foros se hacen en cualquier horario, las clases hay que prepararlas a contrarreloj porque esto nos sorprendió a todos de una manera bastante inusitada”, afirmó Lassi.
En relación a cómo la nueva virtualidad laboral repercutió en su ámbito personal la investigadora señaló: “Tuvimos que ajustar muchas rutinas y espacios de la casa porque tengo hijos en edad escolar que necesitan las computadoras en el mismo momento, quizás, que yo”.
Reformulación de los lazos aúlicos
En cuanto los efectos de la modalidad virtual en la relación entre los docentes y los estudiantes Lassi consideró: “el vínculo se volvió un poquito más personal con algunos que tuvieron ciertas dificultades con lo virtual y necesidades o circunstancias específicas”..
Sin embargo, la docente también planteó que “hay estudiantes que los noto muy enojados con la circunstancia, reclamando o pidiendo por demás de lo que la situación permite, quizás, sin contemplar que del otro lado hay seres humanos con vidas y atravesados por una pandemia”, planteó la docente.
“Se modificó el vínculo, en algunos aspectos se volvió más personal y en otros se volvió un poquito más humano y en otros también diría más despersonalizado e inhumano a límites que sorprenden”, afirmó la profesora universitaria.
Por su parte, Acosta comentó: “Por el momento hemos tenido muy buena experiencia. Hay alumnos que interactúan más que otros, pero cuando pedimos consignas que funcionan a modo de trabajos prácticos, funcionó muy bien y se nota que los alumnos y alumnas pueden seguir la modalidad que proponemos”.
Estimaciones sobre la enseñanza y el aprendizaje digital
“Noto que podrían haber instancias virtuales en materias, sobretodo teóricas que no tienen instancias prácticas que necesitan de lo presencial exclusivamente”, consideró Lassi en relación a la cursada digital.
Sin embargo, la profesora hizo hincapié en la importancia de la modalidad tradicional de enseñanza universitaria y afirmó que “la instancia presencial es necesaria, vincula, hace que la universidad se vuelva territorio y que nos hagamos carne de nuestros alumnos y de los problemas que atraviesan”.
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Los pro y los contra entre la enseñanza virtual y la presencial
En cuanto a los aspectos positivos y negativos entre ambas modalidades Acosta planteó: “No sé si hablar de pros y contras, pero virtualización no reemplaza lo fundamental que es la clase presencial, que es más interactiva y que desarrolla o logra cumplir la verdadera función pedagógica que tenemos los docentes”.
Como continuación de lo expresado por su compañera Lassi añadió que “los pro de la modalidad digital es la administración de los tiempos, el no gasto en transporte, el poder conectarse con el material cuando uno tiene la energía y las ganas y el poder revisitar esa explicación cuando uno la requiera”
“El pro de lo presencial tiene que ver con los vínculos. Para mi es vital vernos las caras, ver las reacciones de los alumnos ante una explicación, intercambiar, aprender de los alumnos y eso se pierde absolutamente en lo virtual”, sostuvo la entrevistada
Sin embargo, la profesora también se refirió a las implicancias de combinar ambas modalidades y señaló: “Mezclar la virtualidad con la presencialidad podría ser un planteo interesante a futuro para el sistema educativo y abrir, de esa manera, un poco el juego a nuevos actores”.
La universidad virtual y la experiencia de los estudiantes
Por otro lado, Diario NCO también dialogó con las estudiantes de la carrera de Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Matanza, Marisol Bentivenga y Solange Portela para conocer su mirada como alumnas con respecto a las clases virtuales.
En cuanto a cómo fue el proceso de adaptación a la cursada digital Bentivenga comentó: “Para mí significó más trabajo porque, al principio, no teníamos ese ida y vuelta con el profesor, pero ahora tenemos clases virtuales con una aplicación entonces se me hace más fácil”
Por otra parte, la también alumna Solange Portela manifestó: “Adaptarme a las clases virtuales me generó incertidumbre sobre cómo iba a ser el apoyo a los textos y me preocupaba la organización, pero cuando comencé la cursada me pareció súper práctica y llevadera con el material de apoyo que brindaban los profesores”.
La virtualidad y los cambios en hábitos de estudio
Bentivenga, también se refirió a la manera en que se modificaron el tiempo que dedica a la cursada y las formas de estudio y afirmó: ” la verdad que estoy dedicando mucho más tiempo en mi casa al estudio que cuando cursaba normalmente”
En cambio, Portela habló sobre su experiencia en la materia que cursa y señaló que “como la cursada fue práctica, en términos de organización y tiempo, no me afectó en nada y en cuanto al estudio lo mismo, por eso que yo lo veo positivo”.
Transformación de la relación estudiantes-docentes
Por otro lado, Bentivenga, quien cursa la última materia que le falta para graduarse como licenciada en Comunicación Social habló sobre la modificación del lazo que se establece con los docentes.
“Falta ese feedback que hay en las clases normales, el charlar, el debatir, entonces cambia un montón el vínculo y no se puede generar un vínculo, pienso yo, a mi no me pasa”, afirmó la tesista.
Por su parte, Portela coincidió en señalar que “ninguna situación se equipara con el contacto personal y no es lo mismo, pero, en mi caso, no creo que sea un vínculo malo porque los profesores explican los temas y lo hacen muy ameno”.
Clases virtuales- clases presenciales: aspectos positivos y negativos
“Para mí un pro es la flexibilidad en cuanto al horario y la comodidad que podés tener en tu casa, pero quizás no es suficiente la explicación como en una clase presencial que tiene un ritmo diferente”, destacó Portela como aspectos positivos y negativos de la cursada virtual en contraposición a la clases presenciales”.
En línea con los dichos de la estudiante, Bentivenga también señaló y destacó que “es una modalidad que se pudo adoptar en este momento, pero somos seres sociales y para mi, cursar en un aula con alumnos y profesores se crea un micromundo de enseñanza que es mucho más enriquecedor”.
Los retos para la comunidad universitaria en el marco de la lucha por la continuidad académica
Por último, la profesora Agustina Lassi reflexionó sobre los desafíos que atraviesan los estudiantes actualmente y planteó: “Si bien el esfuerzo porque no se pierda el cuatrimestre fue muy grande me hace mucho ruido la falta de conciencia, en el ámbito académico, de la situación muchas veces dramática que viven los estudiantes”
“A nivel encierro, convivencias familiares conflictivas, problemas económicos graves, falta de conectividad, violencia de género, todo eso que viven los alumnos pasa como si nada y es la parte que no me enorgullece tanto”, agregó y lamentó la entrevistada.
Para finalizar, la docente hizo hincapié en cómo las consecuencias de la pandemia afectan a toda la comunidad académica y sostuvo: “Los docentes estamos atravesados como padres, con hijos encerrados, con familiares que necesitan asistencia, pero los alumnos también y eso me parece que se dejó de observar en un mar de urgencias que no dejó, quizás, notar la parte humana de la pandemia”.
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