El referente de la Corriente Federal de los Trabajadores y de los empleados gráficos de La Matanza analizó los primeros dos meses de gestión del peronismo y remarcó que las medidas buscan arreglar la difícil situación que dejó el macrismo y ayudar a los sectores más desprotegidos.
Datos alentadores como la suba en el turismo interno y el incremento en el consumo de alimentos esenciales marcan un cambio de enfoque de la nueva gestión y en relación sobre este y otros temas habló Javier Amarilla, que destacó la esperanza que se siente en la población con las nuevas medidas y el pedido tiempo para que dejen gobernar a Alberto Fernández y su equipo de trabajo.
En una entrevista brindada para Radio Gráfica 89.3, el dirigente sindical matancero precisó sobre los primeros pasos del ejecutivo que “es poco tiempo dos meses de gestión. Lo que sí se nota es que hay esperanza en la sociedad, en el pueblo. El tercer cordón es netamente peronista, ya que prácticamente sacó el 80 por ciento de los votos”.
Asimismo, y más allá de que aún sigue muy presente la crisis económica que se arrastra desde la gestión macrista, dejó en claro que hay pequeñas señales esperanzadoras. “Se ve movimiento turístico, a través de la tarjeta alimentaria se ven los supermercados llenos, haciendo colas, que eso no se veía hace rato”, ponderó.
Por su parte, brindó apoyo total a las nuevas autoridades y marcó la situación actual política en suelo matancero: “Las dos CGT de La Matanza son peronistas, el movimiento obrero acompaña al Municipio y en el Concejo Deliberante tenemos representación obrera. En ese sentido no tenemos diferencias políticas”.
Entre decisiones, apoyos y ataques
Sabido es que la postura de ayudar a los que menos tienen siempre genera resquemores en los sectores más acaudalados, sin embargo, Amarilla definió que “las decisiones de este Gobierno, como el congelamiento de los transportes y las naftas, pone plata en el bolsillo de la gente y creo que nadie que entienda un poquito esto estaría en contra del Gobierno”.
“Los que van en contra de este Gobierno son porque defienden sus intereses, pero le pasó a Néstor (Kirchner), a Cristina (Fernández) y le va a pasar a Alberto (Fernández)”, rememoró el referente de la Corriente Federal de los Trabajadores.
Siguiendo con su análisis histórico, mencionó la última gran crisis que sufrió el país y trazó un paralelismo con los años 2018 y 2019: “Aprendimos del 2001. Esta crisis nos agarra mucho más maduros y sabiendo qué hacer. El Gobierno peronista no le tiene miedo al poder, sabe lo que hay que hacer, estamos mejor parados por la clase dirigencial que tenemos”.
El trabajo en el territorio y los cuatro años que vendrán
Más allá de las decisiones que se toman a nivel nacional y que repercuten en todos los sectores, localmente el sindicalismo encolumnado también trabaja para ayudar a dar los primeros pasos de una nueva gestión peronista.
“Tenemos muchos compañeros en el territorio que saben lo que tienen que hacer, dan la cara con la gente, hablan cara a cara con el vecino y no tenemos problemas de decir que somos sindicalistas y de hablar con los vecinos”, valoró Amarilla.
A su vez, dejó un espacio para hablar del fortalecimiento del sindicalismo durante los años de kirchnerismo en Argentina y determinó que “en los 12 años que pasaron (de kirchnerismo) se han formado muchos cuerpos de delegados, muchos gremios le abrieron las puertas a compañeros y los han formado, entonces nadie les va a vender pescado podrido a ellos ahora”.
Por último, realizó un balance para los tiempos que se avecinan, los problemas que pueden aparecer y concluyó que “sabemos que es un proceso difícil, que hay deudas que cumplir, por eso entiendo a la clase política y sé que gobernar se gobierna para todos, no solamente para un sector”.
