
La institución realiza un importante trabajo social integrando los jóvenes al deporte y a diferentes actividades que desarrolla, trabajando en la prevención de las adicciones y también en ayudar a la recuperación de aquellos que han caído bajo el azote de ese flagelo que mina a muchos jóvenes en nuestros barrios populares, y como nada de lo que le sucede al barrio le es ajeno, con un comedor y un merendero se ocupa de atenuar el hambre de muchas familias, también atiende con un taller, la violencia contra la mujer.
El club está ubicado en Soldado Sosa 6350, Barrió La Liga, donde está la cancha de futbol. Hasta allí llegamos para hablar con Gabriel “Lalo” Aranda, integrante de la CCC y del movimiento “Ni un Pibe menos por la Droga” y presidente de la Comisión Directiva de la institución deportiva.
Por Emilio González Larrea
NCO: ¿Hace mucho que estás trabajando en la dirección del club?
“Hace 7 años que estoy en la presidencia del club. Comenzamos a trabajar casi desde cero, este lugar era un baldío. Yo jugué cuando era chico en este club, por eso decidí involucrarme en la institución para mejorarla y ponerla al servicio de las necesidades del barrio y no solo las deportivas. Para eso me junte con varios simpatizantes e hinchas para levantarlo. Este es un club con historia, hace más de 40 años que está en este barrió”.
G.A: No solo el deporte se ejerce aquí. ¿Qué otra actividades desarrollan junto a los vecinos?
“Hoy ya no es solo una institución deportiva, tenemos otras actividades como un Comedor Comunitario que funciona de lunes a viernes de 12 a 14 hs. y atiende a 115 familias, así como un merendero diario para los pibes, aquí reciben alimentación alrededor de 300 personas. También tenemos peluquería, apoyo escolar, talleres de prevención de adicciones y de violencia de género, cursos de FINES (Primaria y Secundaria), maquillaje, manicura; alrededor de toda esta organización participan 180 compañeros/as que cobran los programas sociales organizados en la CCC. Todo el trabajo de construcción de las instalaciones del club lo han realizado las compañeros/as que reciben los miserables 6000 pesos que es el ingreso de los programas sociales. Todo esto lo hemos logrado con la lucha, como parte de la CCC y el Movimiento Ni un Pibe menos por la Droga”.
NCO: ¿Reciben alguna ayuda de algún nivel del Estado o instituciones?
G.A: “Lo único que tenemos que viene de afuera de la organización es un programa, CAAC (Casa de atención y Acompañamiento Comunitaria) de la SEDRONAR (Secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina) que hemos obtenido con la lucha en la calle, es un subsidio absolutamente insuficiente para atender las actividades que desarrollamos acá con los jóvenes. Este subsidio está totalmente desactualizado, ya que no contemplan cuando asignan las partidas, los importantes aumentos producto de la inflación que tiene la mercadería que nosotros compramos, por ejemplo, para el comedor. Por eso decimos, que también está cerrada la paritaria social, para la inclusión de los pibes en los barrios.
Al municipio de La Matanza le hemos enviado cartas solicitando ayuda, así como a la Secretaria de Deportes municipal pero nunca nos han dado una respuesta. El comedor y el merendero lo mantenemos con mercadería que por la lucha obtiene la CCC y le sumamos alguna ayuda de los vecinos que aportan productos frescos, y con actividades como bingos y rifas donde recaudamos algo de dinero también”.
NCO: ¿Cómo abordan el tema de las adicciones en la juventud?
G.A: “Arrancamos detectando el problema en el barrio, pero sin ningún conocimiento de cómo tratarlo y aprendimos en la propia práctica en la medida que recibíamos a los pibes y a las familias, pues este abordaje no es solo al pibe adicto sino en el contexto y con la familia. El tratamiento acá es ambulatorio, le damos participación en las tareas, en el comedor, en la copa de leche, lo incluimos en un grupo para que participe en alguna de las actividades que desarrollamos y le hacemos un seguimiento a través de una profesional de salud mental, donde evaluamos su respuesta. Si es necesario que alguno sea internado, trabajamos con un Centro de Rehabilitación llamado VENSEREMOS del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) ubicado en Uribelarrea, al día de hoy tenemos 20 pibes internados en ese lugar. A veces se vende una mala imagen de estos centros, pero nuestra experiencia es muy buena; allí se trabajan las actitudes, la conducta, le dan tareas a los internados y un sentido colectivo y de responsabilidad individual. Hemos comprobado que el tratamiento es efectivo por pibes que hemos enviado y se han recuperado.
Y esa es la principal función de este club, sacar a los pibes de la calle, de la esquina donde está el consumo y que los jóvenes tengan un sueño a realizar en la vida”.
NCO: ¿Qué falta desde el Estado para ayudar a resolver esta temática de las adicciones?
G.A: “Bueno, nosotros hemos presentado una propuesta que es una ley de Emergencia en Adicciones. La hicimos público primero en la Marcha Federal por Pan y Trabajo, luego la presentamos el año pasado en diputados pero está durmiendo en el Congreso. En ella proponemos que exista más presupuesto para mantener y crear más Casas de Acompañamiento como esta y más Centros de Rehabilitación gratuitos. Hoy no existen y para internar un pibe tiene un costo de 25 o 30 mil pesos por mes, imposible de poder lograrlo para las familias que tienen esa problemática en nuestros barrios.
También exigimos que el Estado instrumente cursos de capacitación en oficios y cree fuentes laborales para esos jóvenes”.
NCO: ¿Además de las adicciones que otras cuestiones registran como problemática juvenil en el barrio?
G.A: “Otras situaciones que padecen los jóvenes tiene que ver con la violencia de género, pibas golpeadas o abusadas en su círculo familiar o más próximo, así como la mala alimentación, se dan casos que comen una vez por día o la falta de elementos para permanecer estudiando. La juventud es uno de los segmentos que más sufre la pobreza, rayando la indigencia. Nosotros recibimos todo el tiempo jóvenes y no jóvenes que se acercan para solicitar un plan social, porque no tienen ningún ingreso.
Con el gobierno de Macri solo podemos esperar la agudización de la pobreza, el pueblo no da más y cuando el sale a hablar de lo bien que estamos produce más bronca. Por eso esperamos que la gente se levante y termine con este gobierno hambreador”.
NCO: Vos sos candidato por la CCC y el PTP para las próximas elecciones. ¿Qué pensás que podés hacer en caso de ser electo para un cargo legislativo en el Municipio?
G.A: “Sí. La mesa de Dirección de la CCC de La Matanza y mí partido, el PTP, aprobó mi candidatura y me pareció bien. Es algo nuevo para mí, yo fundamentalmente me considero un dirigente social y juvenil, pero estoy dispuesto a transitar esta experiencia en caso de ser electo. Yo le digo a mis compañeros y vecinos que mi gestión es el club, que levanté de cero durante estos 7 años. En nuestro distrito los sectores populares tenemos muchas necesidades y yo lo único que prometo a mis compañeros y mis vecinos es que me voy a poner a la cabeza desde mi puesto en el Concejo Deliberante para luchar con ellos en la aprobación de los proyectos que presentemos para mejorar las condiciones de vida de los barrios de La Matanza, y que no voy a aprobar nada que sea contrario a los intereses del pueblo. Voy a poner mi corazón, mi cuerpo para luchar desde un cargo legislativo junto a mis compañeros y vecinos, del mismo modo en que lo vengo haciendo ahora desde el llano. Creo que los pobres tenemos que tomar la política en nuestras manos y derrotar también en las elecciones al gobierno de Macri-Vidal”.