Número de edición 8481
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Grooming: cuando las redes ponen en peligro a los menores

Grooming: cuando las redes ponen en peligro a los menores.

Este es un delito de índole sexual en contra de la integridad física y psíquica de niños, niñas y adolescentes que tienen acceso a las plataformas sociales.

El avance de las redes sociales es un fenómeno mundial que ha permitido a las personas estar “conectadas” desde cualquier punto del globo. Sin dudas, la tecnología se ha vuelto una herramienta muy útil para todos. Sin embargo, cuando este instrumento cae en manos de perversos, los niños, niñas y adolescentes se encuentran en riesgo.

En este sentido, una modalidad de acoso sexual que va en aumento, gracias a las plataformas sociales, es el Grooming. Esta práctica es ejercida por una persona adulta hacia menores de edad desde el espacio virtual. El “Groomer” o acosador crea una cuenta falsa con la que busca contactar a sus víctimas.

Según la guía “Cuídate del Ciberacoso sexual, Grooming” lanzado por el Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires, el acoso consta de varias etapas en las que el Groomer finge ser una persona de la misma edad que su víctima.

En el “inicio de la relación”, el ciberacosador contacta por internet (mensajería instantánea, chat, redes sociales, juegos en red) al niño, niña o adolescente con el fin de “ganar su confianza”. El adulto oculta su identidad real y simula compartir “intereses” con el menor.

De esta manera, el acosador logra un “acercamiento” con la víctima y la lleva a realizar confesiones personales para obtener información sobre gustos y costumbres. Esto resulta peligroso, ya que el niño o niña puede ser presionado para realizar prácticas de índole sexual como desnudarse frente a una webcam o enviar fotos de sus partes íntimas.

Asimismo, el Groomer puede enviar pornografía con el fin de extorsionar al pequeño cuando este no accede a sus pretensiones. El adulto comienza a ciberacosar e intenta por todos los medios convencer a su víctima de que se conozcan personalmente para cometer un abuso sexual en contra de esta.

El Ministerio Público Fiscal recomienda que, si reciben amenazas o intimidaciones, los niños o niñas traten de no ceder a los pedidos de fotografías y que pidan ayuda a los adultos responsables para que realicen la denuncia.

El Grooming no se da de un día para otro, sino que puede tardar semanas o meses antes de concretarse. Por este motivo, resulta indispensable que los familiares de las y los pequeños supervisen las plataformas sociales que usan habitualmente.

Además, no es recomendable que los menores suban fotos personales a las redes, como así tampoco usar sus nombres ni apellidos reales, ya que estos datos pueden ser usados por el Groomer.

Grooming en la Argentina

Desde el 2013, en la Argentina, se incorporó el Grooming como delito en el Código Penal. El artículo 131 de la Ley 26904 establece que “será penado con prisión de seis meses a cuatro años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

En 2017, se conoció la primera condena a prisión perpetua en un caso de Grooming seguido de muerte. El asesinato de Micaela Ortega (12) conmocionó a la comunidad, ya que el asesino, Jonathan Luna, la había citado vía Facebook y luego la mató brutalmente en un descampado, en la provincia de Bahía Blanca en mayo de 2016.

Según una encuesta del año pasado realizada por DigiPadres, a niños, niñas y adolescentes de la provincia de Buenos Aires, el 60 por ciento de los encuestados recibió una solicitud de contacto por parte de desconocidos; uno de cada tres menores denunció haber sufrido alguna situación incómoda en la web; y el 37 por ciento reconoció que sus padres no sabían que tenían redes sociales.

Prevención y denuncia

En este sentido, resulta importante que desde el Estado se concientice sobre este delito que pone en peligro la integridad física y psíquica de niños, niñas y adolescentes.

Por su parte, los adultos responsables pueden accionar ante la sospecha de Grooming. Se debe hablar con los menores y acompañar sin culpabilizarlos ni cuestionarlos; no se debe eliminar el contenido de las computadoras ni celulares; y no se tiene que denunciar el perfil del acosador hasta que la Justicia actúe.

Para realizar la denuncia de forma anónima o recibir orientación integral sobre la temática, se puede llamar al 134 o a la línea del Ministerio Público Fiscal (0800- 33 -347225), las 24 horas del día y durante los 365 días del año.

 

 

 

 

 

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