Juan Solá habló acerca de su nueva obra y también compartió sus reflexiones sobre la importancia de la poesía y la literatura para la sociedad y los vínculos entre los individuos.
El escritor Juan Solá presentó Esquelas, el nuevo título que compone su bibliografía en el marco de una gira literaria que comenzó el jueves pasado en el Centro Cultural Discépolo, ubicado en el partido de Morón, en la calle Santa Fe 836.
El autor de novelas tales como Naranjo en Flúo (Sudestada, 2019) y La Chaco (Hojas del Sur, 2016) entre otros textos, dialogó en Imaginación es Poder (que se transmite de lunes a viernes de 14 a 16 por FM En Tránsito 93.9) para brindar una breve descripción de su nuevo material.
“Esquelas es un libro que inaugura la colección Sudversiva de poesías de Sudestada que tengo el orgullo de abrir”, explicó Solá y además agregó: “Es un libro que vengo preparando hace dos años y cuando surgió la posibilidad de hacerlo con sudestada con los ojos cerrados dije que sí”.
Por otra parte, en relación a este nuevo trabajo que vuelve a reunirlo con la citada editorial el autor comentó: “Se constituye como un conjunto de 93 poemas los cuales pueden ser arrancados del libro”.
En cuanto a esta particularidad que presenta su obra, Solá aseguró que desde Sudestada se sorprendieron pero que él lo propuso a partir de considerar que “hay que desacralizar la idea de que el libro es una cosa inalcanzable, el libro tiene que bajar al barrio, al barro y sobre todo la poesía tiene que difundirse lo más posible”.
Asimismo, el dramaturgo remarcó: “Esquelas se constituye con la idea de ofrecerles a los lectores una nueva forma de interactuar con los libros, por eso en la advertencia figura, deshoje este libro como deshojó alguna vez una flor cuando le hicieron dudar sobre el amor”.
Historia de la pluma sensible del Litoral
Juan Solá nació en enero de 1989 en la ciudad de La Paz, en la provincia de Entre Ríos. A corta edad se radicó en la ciudad de Resistencia, la capital de Chaco en donde continuó con sus estudios y publicó su primer libro titulado “Cuentos para compartir” en 1999.
El narrador y editor del sello Árbol Gordo, consolidó un estilo renovador y original en el abordaje de temáticas vinculadas al colectivo LGBT+ como así también otras temáticas sociales, factor que lo convirtieron en un referente de la literatura alternativa.
Solá logró el reconocimiento por parte del público gracias a obras tales como “Ñeri” (2018), “Épica urbana” (2018), “Microalmas” (2019), además de las mencionadas “La Chaco”, “Naranjo en Flúo” y “Esquelas”.
En lo vinculado a su consideración respecto de la función de los libros y los textos el entrevistado afirmó: “Yo siempre trabajé con la idea de que el libro, la literatura y la lectura son cosas que nada tienen que ver con el mundo de lo inalcanzable sino que es algo que está al alcance de todos”.
Además, el narrador aseguró que “muchas veces, muchas personas no pueden acceder a los productos culturales, a los sistemas de aprendizaje de la lengua, eso establece un vínculo violento entre estas y otras que tienen esos recursos. Yo quiero y creo que es necesario llevar la poesía al último rincón del mundo”.
En lo concerniente a los temas que se tratan en sus obras el literato expresó: “Busco un poquito también en la poesía, una poesía bastante sucia, bastante barrial que atraviesa ejes como el desamor pero también habla de las adicciones, de la muerte, de la idea de la muerte”.
Por otra parte, en cuanto al reciente lanzamiento de Esquelas, el novelista sostuvo en relación al libro que “es como sembrar una semilla en alguna conciencia que se haya olvidado la importancia del discurso poético a la hora de establecer los vínculos afectivos y comunitarios”.
Para finalizar, en lo referente a su presentación en el Centro Discépolo el poeta manifestó su alegría por volver al lugar y además, en lo vinculado a la acción del discurso poético aseveró: “Yo siempre digo hay que tratar de llegar a la mayor cantidad de gente posible con la poesía porque la poesía salva, el arte salva”.
“Apuntar a generar un espacio de contención para quienes puedan acercarse y permitirse una lágrima honesta y la comprensión absoluta de que cuando volvés a llorar sin consuelo, te das cuenta que la adultez es una ficción y que somos nada más que infancias en pausa”, subrayó Solá en cuanto al propósito de su obra y de su figura como escritor.
