Número de edición 8481
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Finalizó la 45º Peregrinación Juvenil a Pie a Luján: “Madre, ayúdanos a unirnos como Pueblo”

Finalizó la 45º Peregrinación Juvenil a Pie a Luján: “Madre, ayúdanos a unirnos como Pueblo”.

En la mañana del domingo 6 de octubre (7 hs), se celebró la Misa Central de esta 45º Peregrinación Juvenil a Pie a Luján.

Una multitud de peregrinos rezó y cantó junto a sus pastores.Rostros cansados y a la vez felices festejaron a la Virgen de Luján en la Basílica que lleva su nombre y que recibe como Madre cada año a sus hijos que van a su encuentro.

Presidió el obispo de Morón, monseñor Jorge Vázquez. Concelebraron el arzobispo electo de Mercedes-Luján  monseñor Jorge Eduardo Scheinig; monseñor Juan Carlos Ares, auxiliar de Buenos Aires; monseñor Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno; monseñor Ernesto Giobando, auxiliar de Buenos Aires; monseñor Martín Fassi, auxiliar de San Isidro; monseñor José María Baliña, auxiliar de Buenos Aires; monseñor Carlos Tissera, obispo de Quilmes; monseñor Gabriel Barba, obispo de Laferrère; monseñor Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora; monseñor Oscar Miñarro, obispo auxiliar de Merlo-Moreno; monseñor Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús.

Concelebraron también más de 15 sacerdotes y sirvieron desde el altar 10 seminaristas.

Entre los sacerdotes estuvo el padre Raúl Canali, del clero porteño y también peregrino de la 1º Peregrinación Juvenil a Pie a Luján del año 1975.

Compartimos el texto completo de la predicación de mons. Vázquez.

 Peregrinación a Luján 2019

“Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo”

Una vez más como pueblo peregrino nos hemos puesto en marcha a la casa de María de Luján, que es la Madre del pueblo argentino. Hoy, como desde aquel lejano 1975, la juventud argentina peregrina a Luján por la Patria.

María quiso quedarse aquí junto al río Luján para cuidarnos y protegernos; para animarnos y acompañarnos en nuestro caminar como pueblo. Un pueblo sediento de paz y hambriento de justicia, un pueblo que no quiere ningún tipo de grieta y enfrentamiento estéril, un pueblo cansado de divisiones.

Sabemos, como ha afirmado el Papa Francisco, que “la unidad es superior al conflicto” (EG. 228). No se trata de ignorarlo sino de transformarlo desarrollando una verdadera comunión en las diferencias, así se construye un pueblo, desde la amistad social, desde la solidaridad, desde la fraternidad, resolviendo en un plano superior todo tipo de grietas y diferencias (EG. 228).

Por eso le pedimos a la Virgen: “Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo”.

El evangelio que acabamos de proclamar nos sitúa con María junto a la cruz de Jesús. Hoy también, vuelven a resonar aquí, las palabras de Jesús, que nos la entrega como Madre, “hijo, ahí tienes a tu Madre” (Jn. 19, 27). Madre que sostiene a los que peregrinan en la vida en medio de tantas dificultades, pero también con tantas ilusiones y esperanzas.

Este pueblo viene a Luján a renovar la fe, que es parte de su identidad, a encender la esperanza y a comprometerse en el amor para construir juntos una Patria de hermanos. Esta Peregrinación Juvenil a Luján, que ya es de todo el Pueblo de Dios, haciéndose eco de los deseos y esperanzas que anidan en el corazón de nuestro pueblo, supo llevar como lema este anhelo profundo de unidad y fraternidad, sintetizado en el lema: “Con María construyamos una Patria de hermanos”.

Desde siempre, acudimos a ella porque sabemos que, como Madre con su ternura, con su cariño, hace que esta Patria de hermanos sea posible. Ella nos reúne en la casa de todos, en su casa, donde no se excluye a nadie. Nos sienta a la mesa donde se comparte el pan y alcanza para todos. Mirándola a Ella aprendemos a mirarnos unos a otros y a descubrir en cada argentino a un hermano. Mirándola, aprendemos a ser pueblo; por eso le pedimos a la Virgen, “Madre, ayudanos a unirnos como pueblo”.

Nuestra peregrinación es como un signo del caminar del pueblo argentino en el que no solo es importante el destino al que se llega, sino el mismo caminar, que no hacemos solos, sino con los otros, compañeros de ruta, peregrinos como nosotros. Entonces se trata de aprender a “caminar juntos”, lo cual implica el esfuerzo por dejar de lado las actitudes individualistas y abrirnos al compartir y a valorar la riqueza que los otros nos aportan.

Por fin, la peregrinación, el caminar juntos es la vivencia concreta de sabernos pueblo desde la experiencia de sentirnos unidos compartiendo el camino. Es lo que vienen haciendo los jóvenes desde hace 45 años llenos de confianza y esperanza. Hoy aceptamos el desafío de seguir caminando juntos sabiéndonos protegidos por la Virgen.

Por eso Madre te pedimos: “Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo”. Repetimos todos: Madre, ayudanos a unirnos como pueblo. Una vez más: Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo.

Hoy, acá en Luján, en la casa de María, somos un pueblo unido. ¡Que en nuestras casas, en nuestros barrios, en nuestras ciudades, podamos ser lo que hoy somos aquí! Un pueblo que camina unido. “Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo”, ayúdanos a caminar juntos como argentinos.

Que así sea.

Datos sanitarios

En todo el Operativo Sanitario montado por la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular del Arzobispado de Buenos Aires se recibieron un total de 47 pedidos de emergencia de los cuales 28 fueron derivados a los hospitales de Merlo, Moreno, General Rodríguez y Luján.

El coordinador del área sanitaria, Christian Pereyra, informó que los casos registrados corresponden a hipotensión, deshidratación, hipertensión, lipotimia y fatiga muscular.

El peregrinar de la imagen cabecera

Entre cánticos y loas, a las 6.43 de esta mañana, la Imagen Cabecera de la Virgen arribó al Altar Mayor ubicado frente a la Basílica para dar cierre oficial a la 45° Peregrinación Juvenil a Luján.

Ciento de miles de personas de todas las edades caminaron durante 60 km. Visiblemente cansados, emocionados y con lágrimas en los ojos, los fieles realizaron su último esfuerzo para llegar a la Basílica de Luján y cumplir con el gesto que le ofrecen a la Madre de la Patria.

La tradicional peregrinación se inició oficialmente durante el mediodía del sábado en la Parroquia San Cayetano de Liniers, con la salida de la Imagen Cabecera. Escoltada por las banderas de todas las provincias argentinas que expresaban la intención de federalismo y como símbolo de unión.

Durante casi 15 horas los fieles buscaron reencontrarse con la Virgen y redescubrirse en sí mismos, mientras participaban de la mayor manifestación mariana de fe de la Argentina.

Feligreses agotados por el andar hacia la Virgen, somnolientos y doloridos, festejaron al llegar haber cumplido con su propósito.

Uno de los momentos más emocionantes para muchos peregrinos fue cuando, a la cero hora del domingo, encendieron una vela como un gesto de unir las intenciones e iluminar el camino de la Virgen en nombre propio y de todos los argentinos. Compartieron esa luz e hicieron que circule de mano en mano.

Hacer irradiar la luz fue símbolo para enfocar el lema: “Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo”, comprendiendo el poder que tiene mirarse a los ojos y convivir en solidaridad y unión.

Otra propuesta que dejamos impreso en el camino fueron huellas marianas, pintadas en el último tramo de la ruta. Los peregrinos agradecieron el gesto manifestando que los motivaba y sentían que habían sido pintado con cariño para ellos. ¡¡¡¡¡Incluso pidieron que les estamparan remeras, mochilas y camperas!!!!!

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