Número de edición 8481
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Hugo Lopez Carribero se interesó en el caso de Victor Saldaño, el argentino condenado a muerte en Estados Unidos

Hugo Lopez Carribero se interesó en el caso de Victor Saldaño, el argentino condenado a muerte en Estados Unidos.

El director del Colegio de Abogados de La Matanza, Hugo Lopez Carribero, se mostró interesado en el escandaloso caso de Victor Sadaño, el cordobés que fue condenado a muerte en Texas por el asesinato de un comerciante.

Saldaño huyó de su casa en Córdoba cuando tenía 17 años, su primer destino fue en Villa María, buscando a su padre que lo había abandonado cuando él tenía tan solo 3 años de edad.

Su camino fue orientado hacia el norte del país, manteniendo poca comunicación con su familia, haciendo saber que estaba bien a través de cartas sin dirección de procedencia.

A pesar de los intentos de su madre por hacer que regrese, nada fue suficiente. La pesadilla de esta pobre mujer se incrementó cuando recibió otra carta de su hijo, esta vez desde Texas, en donde relataba que la vida en Estados Unidos era muy costosa, que el barrio donde se encontraba viviendo en ese momento era muy peligroso y que la gente estaba armada.

El día de Acción de Gracias, en 1995, Victor y un amigo mexicano, en un estado de ebriedad, secuestraron a Paul King, un comerciante de la zona que más tarde fue encontrado muerto por la policía. Los testigos apuntaron a que el autor del crimen había sido Saldaño y la policía encontró en su poder, el arma homicida y un reloj perteneciente a la víctima.

En 1996 Saldaño fue condenado a muerte, pero estos juicios tienen dos etapas. En la primera, se determina la responsabilidad del acusado, y en este caso Víctor fue encontrado culpable del asesinato. En la segunda etapa, se decide si los aspectos del caso pueden definirse para concluir en una pena de muerte.

La pena de muerte tiene lugar cuando el acusado se muestra con una figura de imponer peligro a futuro, y en este caso es el jurado quien debe decidir de manera unánime acerca de proceder con la pena capital.

Hacia el cierre del caso, un psicólogo citado por la fiscalía declaró que Víctor tenía posibilidades de volver a cometer otro delito porque era latino, y según sus estadísticas, había más latinos en la cárcel que afuera de ella. Ese comentario fue considerado racista y discriminatorio, por lo que motivó a una denuncia. Tras la apelación, la Corte Suprema ordenó realizar un nuevo juicio.

Durante el nuevo juicio, la conducta de Víctor fue extremadamente provocadora, burlándose de todos los presentes, riéndose y hasta masturbándose. A juzgar por lo que estaban viendo, el jurado sin duda alguna asumió que se trataba de un peligro a futuro, por lo que debía ser condenado a muerte.

Hace dos años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió un informe responsabilizando a la justicia de Estados Unidos en violar las garantías judiciales de la defensa de Saldaño en los dos juicios y definió al lugar donde se encontraba como “sitio técnico de tortura”, también denominado “corredor de la muerte”.

Ante eso, el equipo de Derechos Humanos de la Cancillería, planteó que Argentina pida formalmente el traslado de Victor Saldaño a un hospital neuropsiquiátrico del Estado.

 

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