Durante su paso por Haciendo Radio, Martín Biaggini, docente investigador, historiador y realizador de documentales, explicó la llegada del rap de Estados Unidos a Argentina y como fue transformándose en el “rap de conurbano”.
En primer lugar, el profesor comenzó a contar cuando el rap empezó a sonar en Latinoamérica. En 1984, el género llegó principalmente a Chile, Argentina y Brasil. Por un lado, en Chile arribó porque los hijos de los exiliados políticos por la dictadura de Pinochet volvieron a su país y con ellos trajeron discos de la música que se escuchaba en la costa oeste de Estados Unidos, el rap.
En Brasil y Argentina, el cine trajo al estilo musical. Dos películas fueron las encargadas de que ambos países conocieran el género y también el break dance. Como expresó el historiador, el rap comenzó a sentirse en los tres países ya que se veían nuevas prácticas musicales y culturales, porque también surgieron distintos modos de vestirse y las juntadas en las esquinas.
“El rap, como uno de los elementos del hip-hop, consistía en, mediante el uso de rimas, relatar vivencias de la juventud. Hablamos de 1984, obviamente esto tuvo una evolución, siempre fue un género no reconocido por el mercado discográfico, si bien en la década del ‘90 llegaron a grabar algunos exponentes, se mantuvo siempre muy subalterno”, manifestó Biaggini.
El 2001 fue un año que marcó nuestro país y el escritor señaló: “Cuando lo político y lo económico explotan, afecta a la sociedad entera y se producen cambios”. Eso mismo fue lo que pasó con la música en el conurbano, donde sonaba el rock nacional o el rock “chabón” (según indicó el profesor es una categoría inventada que retrata un rock “bien del conurbano”).
En los ’90 el estilo musical que caracterizó esa zona fue la cumbia villera, pero unos años después, una vez que pasó el 2001, éste género dio espacio al rap, que es la música que hoy se escribe, se canta y baila en los suburbios.
“El rap del conurbano, como lo denomino yo, es bastante particular, se aleja mucho del rap de Estados Unidos y también tiene subgéneros. Ésta música empieza a ser una crónica y un resultado de una juventud que no viene de una estructura social de una familia que tenga trabajo”, describió Biaggini.
Por otro lado, el investigador anunció que está trabajando en un libro sobre el rap matancero y del conurbano. “Estamos haciendo entrevistas a intérpretes del género y me estoy metiendo en los circuitos alternativos, como las plazas, algunas esquinas, donde hay encuentros. Por ejemplo, el domingo voy a ver una batalla de freestyle a Villa Palito Barrio Almafuerte”, reveló.
El documental del Teatro La Tapera
Así como la música tiene su espacio en La Matanza, en Gregorio de Laferrere se encuentra la Tapera Teatro, ubicado en la calle Reaños 6200, a una cuadra de la estación Eva Duarte. Martín Biaggini es productor del documental “La Tapera, boleto para soñar”, el cual dura una hora y cuenta la historia del teatro.
El mismo se proyectará los sábados a las 18 en la Tapera Teatro. Luis Pietragalla es el director, quien estuvo de jurado en Japón y fue director de la Escuela de Cine de Avellaneda. Además, las personas que participaron en cámara y sonido son jóvenes estudiantes de cine de La Matanza.
“Es un lujo este documental, ya lo tradujeron al inglés así que está participando en varios festivales de cine internacionales. Estamos importando cultura del Partido a otros países”, aseguró Marín Biaggini.
