Los vecinos catanenses no pueden más con su mala suerte. Sucede que se juntaron, hace algunos años, en audiencia para debatir la problemática de la seguridad en su localidad. Una localidad que se había tornado violenta, con una sucesión impresionante de hechos delictivos y violentos, que hasta ir a la plaza a pasear el perro, se había convertido en un deporte de alto riesgo.
Trabajaron mucho y muy duro, junto a las autoridades municipales y policiales para revertir la situación de inseguridad de su localidad.
Pero hace unos meses comenzó a funcionar una “caja recaudadora” que está esquilmando a los catanenses, está “caja recaudadora” está bajo la órbita del hermano de la mujer de un importante funcionario municipal.
Amparándose en un cago nominal, el hermano de la mujer de un importante funcionario municipal sale de recorrida junto, a nefastos e inescrupulosos uniformados, solicitando “colaboraciones” para esto o para aquello; el que no pone, es víctima de un hecho delictivo.
A tal punto llegó la bronca que aparecieron pintadas en sendo murales (Tonelero y Patagónia, en varios lugares de la Avenida Simón Pérez, etc.) que llaman por sus nombres a los responsables, con insultos varios y con acusaciones de arrastrar al “Señor f” por los barros de la ignominia y el deshonor.
Pero a está situación insólita, hay que agregarle un condimento: las pintadas están firmadas por el “Comando Triple A” (desafortunado e insultante nombre para cualquier tipo de organización) que promete limpiar las calles matanceras de corruptos, avivados y garcajales.
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