
Frente a las situaciones que se están dando a partir de la denuncia de Thelma Fardín contra Juan Darthés por violación, la antropóloga Rita Segato advierte que el problema de violencia sexual no es moral sino político.
En una entrevista realizada por la periodista Mariana Carbajal (Página 12) a una de las grandes intelectuales latinoamericanas, Segato dijo: “La noticia de una agresión sexual se instala como un espectáculo en los medios y eso tiene que cambiar”.
La antropóloga es una de las voces más importantes a la hora de pensar la violencia machista en sus distintas formas y circunstancias. Nació en Argentina, vivió en Brasil, Venezuela, Irlanda y Estados Unidos.
En su haber hay una extensa trayectoria académica. Este año recibió de la Universidad de Brasilia el título de Profesora Emérita de la Institución y además recibió tres Doctorado Honoris Causa de universidades argentinas.
Asimismo, escribió numerosos libros como ‘Contra pedagogías de la Crueldad’ (Buenos Aires 2018, al analizar la denuncia de violación de Thelma Fardin contra Juan Darthés explicó que el punto es como se educa a la sociedad para entender el problema de la violación sexual como un problema político y no moral.
La autora de ‘La guerra contra las mujeres’ (Madrid 2016), muestra preocupación por lo que viene denominando un ’feminismo del enemigo’, “El feminismo no puede y no debe construir a los hombres como sus enemigos naturales” expresó y cuestionó los ‘linchamientos’ por las redes sociales para denunciar violencia machistas entre pares.
En su discurso alienta a preparar a los y a las jóvenes para que puedan tramitar sus relaciones con sus propias palabras y sus propios gestos y deja como mensaje una frase de un policía de El Salvador, donde trabajó últimamente y reza: “Que la mujer del futuro no sea el hombre que dejamos atrás”.
En alusión a cómo ve el rol de los medios en estos temas, Segato comentó que hay un problema con el espectáculo de la noticia y dice textualmente: “Es indispensable ver como los medios pueden informar sobre este fenómeno.
Lo que hemos aprendido de feminicidios y escándalos sexuales anteriores es que aunque los medios muestren monstruosidad del agresor, ese monstruo para otros hombres resulta una figura tentadora, porque el monstruo es potente.
El monstruo es un personaje predador, rapiñador, como debe ser el sujeto masculino formateado por el mandato de masculinidad. Y lo que el hombre quiere mostrar siempre es que puede serlo, porque es su forma de mostrar que es potente.
Ha sucedido en otras situaciones como Wanda Taddei, que la monstruosidad quiere ser imitada. Hoy en día existir bajo el lente mediático para ser para muchas personas la única manera de existir”, y continua:
“Es un fenómeno de nuestro tiempo. Así como el caso de suicidio fue revisado el rol de los medios y hay una pauta mediática que decidió no mostrarlos ni hablar del tema porque ya se sabe que se va a repetir, se deberían repensar las coberturas en caso de agresión sexual.
La antropóloga sugirió la idea de convocar profesores de comunicación, formadores de periodistas y editores de medios a una gran convención a nivel latinoamericana, donde se debata en profundidad la pauta mediática para las agresiones sexuales y donde también se rediscuta el suicidio como pauta.
Porque según Segato, no informar, es decir , desinformar, también es problemático, en el caso de Fardín explicó, que debería mostrarse como un sujeto que está descubriendo su propia capacidad de política de modificar una estructura, que es la estructura desigual del Patriarcado.
Al ser secundada por un colectivo de actrices que promueve su denuncia, que la acompaña políticamente, no basta la posición de víctima, el victimismo no es una buena política para las mujeres, expresó.
Lo más importante dice esta escritora, es que los medios deberían destacar de quien rescata a Thelma es un grupo de mujeres, sus pares, colegas, hermanas en el proceso político que está viviendo en Argentina y el continente: mujer salva mujer y muestra al mundo lo que tiene que cambiar.
Sin embargo, continua, los medios repiten la escena de la víctima describiendo la agresión, comprendiéndose la emoción de lo vivido y que no debe estar ausente pero la presentación de una sujeta acusadora solamente a partir de su dolor moral por lo que le ha sucedido, que los medios mostraron, no debe sustituir ni desdibujar o anteponerse a la escena de una mujer que se ha vuelto una sujeta política y por eso denuncia, concluyó.
Fuente de la información: Página 12.
Imagen: Wikipedia.