El presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) local, en el programa radial Basta de Zonceras, se refirió al caso de Pablito, el joven que perdió la vida en el 2006 y habló, también, sobre retroceso que ha habido en materia de derechos humanos.
A 12 años de la muerte de Pablo Plaul, Pimentel habló sobre el informe que se presentó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para continuar con la lucha y se haga justicia. El adolescente (16) murió a causa de una descarga eléctrica en un hotel de Puerto Iguazú, Misiones, cuando se encontraba en un viaje organizado por el Colegio Parroquial de San Justo en el 2006.
El hecho sucedió cuando Plaul, “había viajado para ser solidario con comunidades originarias, muere electrocutado en un lugar que había sido habilitado por el Municipio y que era totalmente precario, era un hotel que tenía que estar cerrado porque no estaba terminado y lo habilitaron”, contó Pimentel.
Lo cierto es que hasta el momento no hay culpables en el caso, si bien al principio, aseguró el presidente de la APDH Matanza, el fiscal había procesado a los principales responsables, tanto autoridades del Colegio Parroquial como municipales de Puerto Iguazú, “con los mismos fundamentos los absolvió”, indicó.
El trabajo para que se continuara con la investigación no tuvo descanso, relató Pimentel que “se siguieron todos los caminos, se llegó a la Cámara de Apelaciones de la zona, después a la Suprema Corte Local de Misiones para que traten el tema pero lo rechaza y de ahí acudimos al órgano máximo que es La Corte Suprema, la cual, no hace más de dos meses, notifica a la familia que da por cerrado el caso debido a que lo trata de inadmisible”.
Es así como, tras la negativa de los distintos estamentos judiciales para continuar con el caso y condenar a los culpables, desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, decidieron apelar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que el Estado Nacional sea citado, “se pueda abrir una nueva instancia de investigación para que este caso, como tantos, no quede impune”, aseguró el presidente del organismo.
Más represión
“Cuando viajamos a Puerto Iguazú, fue en el 2012, hicimos pública la visita con Nora Cortiñas y ahí nos dieron un lugar en la CTA para recibir una cantidad de denuncias que se habían convocado para que nosotros nos hiciéramos eco. Había infinidades de causas de chicos asesinados por la policía provincial que estaban sin investigar, estaban impunes”, indicó Pimentel.
En este sentido, para él, en el país se vienen dando situaciones que quitan libertades a los sectores más vulnerables y que tiene que ver con “el incremento que ha habido de la represión estatal por parte de todas las Fuerzas de Seguridad, con los casos que hemos vivido por la Prefectura, con Rafael Nahuel, con la Gendarmería por Santiago Maldonado y por las distintas policías en todos los casos que han sucedido en estos últimos tres años”.
Este aspecto y sobre la lentitud de la justicia en asuntos de delitos de lesa humanidad, figuran en otro informe que la Asamblea presentó ante la Corte Interamericana el último 10 de diciembre: “Esta gestión ha desacreditado el número de desaparecidos, se le ha quitado el apoyo económico para todo el proceso de lesa humanidad, todos los juicios se han atrasado tanto que, en definitiva, cuando se condena a los genocidas ya están muertos”, sostuvo Pimentel.
Por otra parte, pero en línea con la política que impera por estos tiempos, acerca de la utilización de armas de fuego por parte de las Fuerzas de Seguridad y que Patricia Bullrich había dado la autorización, incluso para disparar a todo aquel que se considere sospechoso de un delito, Pimentel fue directo al sostener su inconstitucionalidad.
“Viola todas las Garantías Constitucionales, los Pactos Internacionales, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero lo que están haciendo es legalizar algo que ya en práctica la Argentina lo viene llevando adelante hace muchos años, el famoso gatillo fácil”, afirmó y continuó:
“Es una barbaridad lo que está haciendo Bullrich, desde el momento en que asumió y se notó como cubrió a toda su gente con el caso de Santiago Maldonado, pero como pueblo, no hicimos nada cuando dijo abiertamente yo no voy a tirar ningún gendarme por la ventana porque los necesitamos para después reprimir, tenemos que replantearnos qué hacemos como ciudadanos para no tolerar este tipo de cosas y pedir inmediatamente la renuncia “.
Fuente imagen: resumenlatinoamericano.org.
