
Al cumplirse este lunes tres años de la asunción de Mauricio Macri puede decirse que uno de los proyectos de ley más recordados, de los impulsados por su gobierno, será el de reforma previsional.
Envalentonado con el resultado que había alcanzado en las elecciones legislativas de octubre, el presidente incluyó en su agenda de “reformismo” la iniciativa para modificar la fórmula de movilidad jubilatoria.
El proyecto pasó su primera prueba en el Senado cuando Miguel Pichetto, por entonces todavía jefe del bloque PJ-FpV, propuso que se modifique el mecanismo del texto original. En comisiones, Cambiemos aceptó los cambios a fin de alcanzar el consenso necesario y garantizarse así los votos en el recinto. La media sanción se alcanzaría el 29 de noviembre con 43 votos a favor, 23 en contra y tres abstenciones.
Si bien la fórmula del Ejecutivo consistía en aumentar los haberes jubilatorios trimestralmente y acorde a la inflación, más un plus del cinco por ciento de la evolución del PBI; la fórmula acordada con el rionegrino estableció que se mida en base al índice inflacionario (70%) y a la variación salarial (30%).
Pero la discusión más conflictiva del proyecto se daría en Diputados, donde todo comenzó con un escandaloso plenario de las comisiones de Presupuesto y Previsión Social el 12 de diciembre. En esa jornada hubo gritos, insultos, pancartas e imágenes memorables. Jubilados y dirigentes sociales invadieron la sala del Anexo “C” para mostrar su profundo rechazo al tratamiento de la iniciativa. Algo de lo que anticiparía el difícil debate que tendría la ley.
Ya con el clima caldeado, Cambiemos convocó a una sesión el 14 de diciembre. En las afueras del Congreso se había montado un gran operativo de seguridad y hubo incidentes con los manifestantes. Previo a la hora citada de la reunión, legisladores del Frente para la Victoria forcejearon con efectivos de Gendarmería sobre la avenida Rivadavia.
En un inicio complicado, y pasados los 30 minutos del horario fijado, el titular del bloque K, Agustín Rossi, pidió atenerse al reglamento y declarar la sesión sin quórum y que fuera levantada. Argumentó que había pares suyos atendidos en enfermería por las lesiones sufridas a manos de miembros de las fuerzas que rodeaban el Palacio. Pese a la intención del oficialismo, la sesión debió ser levantada luego que la máxima tensión invadiera el recinto y diputados del FpV, la izquierda y el Movimiento Evita increparan a Emilio Monzó en el estrado.
En el ínterin de ese día al 18 de diciembre, cuando efectivamente se realizó el debate, el Gobierno evaluó sacar la reforma por DNU, pero rápidamente desechó esa posibilidad. La propia aliada Elisa Carrió había anticipado que lo rechazaría. El Ejecutivo optó entonces por acordar un bono compensatorio para subsanar la pérdida que iban a padecer los jubilados con los gobernadores opositores.
Finalmente en una nueva sesión, que también la oposición más dura intentó frenar, el oficialismo consiguió sancionar la ley con 128 votos afirmativos, 116 negativos y 2 abstenciones. La violencia en las calles volvió a repetirse, y con mayor intensidad.
Fuente: Parlamentario.