Número de edición 8481
La Matanza

Acoso callejero: Buscan al agresor que le dio una golpiza a una joven

acoso

La víctima y allegados difunden en las redes el rostro de Emanuel Javier Castro, el agresor al que liberaron apenas horas después del hecho, incluso tras haberla amenazado de muerte. Piden solidaridad a quienes circulen por Caballito y aledaños, ya que aseguran que suele pedir dinero en los colectivos 15, 85, 112 o 65.

Por: Valeria Virginia Villanueva
villanueva.valeriavirginia@gmail.com

Un acosador callejero permanece libre tras haberle propinado una golpiza y amenazado de muerte a una joven en plena vía pública, y solicitan ayuda urgente a los vecinos para localizarlo. Ocurrió el viernes a las 14.30 sobre Avenida Rivadavia, a la altura del barrio porteño de Caballito, cuando Jenn Retamozo volvía a su domicilio –enviando mensaje de texto a su novio para avisar que llegaba-, y apenas metros antes de llegar fue interceptada.

El hombre, identificado como Emanuel Javier Castro, la acosó verbalmente, a lo que ella respondió con un insulto y él sin más avanzó sobre ella y le dio un golpe de puño en la cara ojo que la dejó tirada en el piso. Un policía que custodiaba un banco a metros de distancia observó el hecho, lo detuvo, pero a apenas horas después lo liberaron.

Así lo contó la muchacha a través de las redes sociales, donde hizo su descarga con total impotencia ante la impunidad de la cual goza el acosador y se viralizó el caso. Según afirman vecinos, el acosador es conocido por pedir dinero en las líneas de colectivo 15, 85, 112 o 65, y solicitan dar aviso en caso de verlo.

El acoso en primera persona

“A una cuadra de llegar, con la vista fija en mi teléfono, pasando canciones, siento que un tipo me roza y me dice algo: ‘te voy a romper el o…’ -detalló Jenn, a lo que respondió con un insulto. “P… de mierda, seguí caminando que a vos ya te tengo calada”, lanzó el agresor, y ella apenas atinó a seguir insultándolo y defenderse con su bolsa de compras mientras avanzaba hacia ella.

“Me agarró un brazo y me pegó. Con toda la bronca del macho que sabe que no vale nada. Que no puede controlar nada. Me dio una piña en el medio de la cara, en el ojo, sentí sus nudillos. Creí que perdía el ojo mientras caía y me golpeaba la cabeza contra el piso –recordó la víctima-. Escuché a chicos sacarlo de encima porque estando en el piso intentó seguir aprendiéndome”.

“Con un Policía agarrándolo, me miró a la cara y me dijo: ‘H de p, yo voy a salir en ocho horas salgo y te vuelvo a buscar, te juro que te mato’. Así nomás. Con total impunidad. En frente de muchísimas personas. No lo dijo de caliente. Dijo que me tenía calada”, enfatizó. De ahí fue llevada al Hospital Durán, donde la atendieron de urgencia, y luego a la comisaría. El lunes se dirigió a Fiscalía.

No a vivir con miedo

 

“No me quiso robar. No me quiso ‘piropear’. Me pegó por ser mujer. Por andar sola. A las dos de la tarde. Porque contesté que no me puede amedrentar”, protestó Jenn

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