Número de edición 8481
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Martina quiere estudiar, IOMA no cubre el total de los viajes

Martina quiere estudiar, IOMA no cubre el total de los viajes.

La niña de cinco años sufre hipoacusia y debe formarse en una escuela de educación especial a 100 kilómetros de su casa. La obra social no quiere hacerse cargo de la totalidad del viaje en combi que necesita para trasladarse hasta el lugar.

Martina Ardoino vive en Escobar, Provincia de Buenos Aires y tiene hipoacusia, por eso va a una escuela especial situada en Palermo, muy lejos de su casa. Su mamá inició una petición para que IOMA cubra sus traslados al 100 por ciento. Sin embargo, por la falta de pago su hijita no está yendo a la escuela y peligra su educación que le ayuda a salir adelante.

Su madre, Patricia Fangio, dialogó en exclusiva con Diario NCO y nos contó acerca del momento que están viviendo por no poder encontrarle una solución a este problema con la obra social. “Desde principios de agosto Martina no está yendo al colegio porque no podemos pagar la combi. El costo del traslado es de 37.000 por mes, y luego de mil vueltas y de presentar infinidad de veces todos los papeles, no autorizan más que poco más de 29 mil”, inició la entrevistada.

“Nosotros no tenemos ese dinero, pero es su derecho ir al colegio, por eso no vamos a rendirnos hasta lograr nuestro objetivo.Si Martina no va a la escuela, se esfuman las posibilidades de una mejor calidad de vida, de una mejor integración con sus pares, de poder aprender y tener la vida que se merece y anhelamos para ella”, continuó la madre de Martina.

A su vez, con respecto a este conflicto, de no encontrar soluciones en poco tiempo podría traerle serios problemas a Martina, ya que su madre puntualizó que “de seguir así, el colegio no le va a renovar la vacante porque no puede ir. A su corta edad, su derecho a una educación y a la igualdad de posibilidades se cierran por culpa de la desidia, de la burocracia, de la falta de responsabilidad de la mayor obra social de la Provincia de Buenos Aires”.

“Que IOMA cumpla con sus obligaciones y cubra en su totalidad el transporte escolar de Martina. No pedimos más que eso, que no le dé la espalda a una pequeña de cinco años que no pierde jamás su sonrisa, a pesar de todo. Me daría mucha impotencia que Martina pierda el colegio porque IOMA no me quiere cubrir el transporte”, concluyó la entrevistada.

Cronología de un problema sin solución

Martina nació en el año 2013 junto a su hermana Francesca, siendo siamesas. En el año 2016, la familia de la pequeña se enteró que sufría de hipoacusia y a partir de ese momento comenzó el periplo para poder ayudarla y que posteriormente pueda estudiar para tener una mejor calidad de vida.

En un principio, Martina fue enviada a un colegio común para iniciar su camino en el sistema educativo, pero por su problema de salud se le hizo poco más que imposible poder continuar ya que no podía pronunciar palabras. Fue así como la cambiaron de jardín y empezó a ir a uno de Martínez, aunque al poco tiempo sería trasladada al Federico Dominick, en Palermo. Y ese sería el comienzo de su problema sin solución.

Desde lo educativo, ella comenzó a avanzar, ya que no hablaba y al poco tiempo de empezar en esta nueva institución, según relató su madre, aprendió a decir “mamá”, “papá”, “agua”, que a simple vista puede parecer poco para algunos, pero cada palabra aprendida era una batalla ganada para la pequeña Martina.

Para trasladarse hasta aquí, ella necesitaba desplazarse en una combi que la llevaba hasta Palermo, porque viajar en transporte público le hacía mal a la salud y se descompensaba ya que no soportaba las varias horas de viaje que había desde Escobar. Por esa cuestión la madre presentó un presupuesto a la obra social de la que es afiliada, a la espera de que sea aprobado. Sin embargo, el panorama se tornaría muy oscuro.

El mismo constaba de 37 mil pesos mensuales, pero IOMA le informó que solo cubriría poco más de 10 mil, en primera instancia, y luego se estiraría hasta poco más de 29 mil, aunque la familia de Martina tampoco cuenta con esa diferencia de ocho mil pesos por lo que el conflicto sigue instalado.

Fue así como en agosto, la transportista que llevaba a Martina avisó a su madre que por ese monto (diez mil pesos) no podría seguir llevándola a destino. Durante un tiempo la gente de Red Solidaria, con Juan Carr a la cabeza, ayudó a la pequeña llevándola en remis ida y vuelta y tratando de buscar una solución al conflicto.

Pese a esta mano solidaria, al poco tiempo ya no pudieron continuar con los viajes y el sueño de Martina se apagó y tuvo que dejar de ir al colegio. Durante un mes y medio ella no pudo estudiar y autoridades del instituto le avisaron a la madre que si no se presentaba a estudiar en el corto tiempo ella perdería la vacante para el año que viene. La desesperación se apoderó de la madre.

Patricia, que debió dejar de trabajar cuando se conoció el problema de salud de su hija, tuvo que tomar una decisión y eligió llevarla en el transporte público, que le hace mal a la salud de Martina, sin darle de comer en el camino para que llegara medianamente bien a clases. Mientras tanto espera respuestas.

Martina quiere estudiar, la obra social solo se estira hasta poco más de 29 mil pesos mensuales,  su mamá intenta conseguir por todos los medios posibles que se hagan cargo del presupuesto completo y en el medio, una pequeña que necesita de la educación para tener una mejor calidad de vida.

 

 

 

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