
En el barrio Sarmiento, del kilómetro 46,600 de Virrey del Pino, funciona este pequeño comedor que recibe a, aproximadamente, unos 75 chicos que buscan, por lo menos, tener un plato de comida al día.
Diario NCO charló con Rocío Medina, una vecina como cualquier otra pero con un alma que la diferenció del resto. Ella no pudo quedarse solamente pensando cómo ayudar, sino que lo hizo y relató, para este medio, la manera en que surgió la idea de crear el merendero que funciona desde hace ocho meses y el cual ella coordina.
En un principio, recibían a quince chicos, pero se fue conociendo y los niños contaban sobre el lugar a otros nenes y pasaron a ser más de setenta los que hoy están concurriendo, incluso, según afirmó, “hay familias enteras que asisten, como por ejemplo, ocho hermanos que vienen a comer mientras la mamá trabaja”.
“Yo veía la necesidad de los chicos, los veía que iban de comedor en comedor, pero como no estaban anotados no los aceptaban porque tenían los cupos llenos y muchos nenes andaban de un lugar a otro viendo donde podían tomar la leche”, contó.
Una realidad que tal vez muchos notan u otros simplemente la ignoran, pero que para Rocío fue imposible. Fue así que, con otros cuatro vecinos se reunieron y nació en principio hacer una “olla popular” en la que se turnarían para realizarla y así colaborar con otras familias, detalló.
El comienzo de “Corazones Solidarios”
La opción de iniciar un comedor tomó lugar en esa primera charla pública; “yo no tenía ningún drama”, sostuvo Medina, “el terreno en el que estoy es grande, iba a usar una parte para poner el merendero pero quedó ahí, cuando llegó el momento de hacer las cosas no apareció nadie”.
Parecía que aquello solo quedó en palabrerías, pero Rocío contaba con su compañero de vida quien tenía las mismas convicciones que ella, su esposo, que con lo poco que tenía, decidió ayudarla a iniciar este proyecto y hoy lo hacen todo a pulmón para que los 75 niños puedan tener algo que comer.
De esta manera, detalló cómo fue que comenzó; “Mi esposo un día me dijo, ¿No quedaste en hacer un comedor?, y no sabía porque yo no contaba con los recursos y él me dio 500 pesos, le habían pagado recién, compramos chorizo y una vecina, que tiene un almacén, nos donó 10 kilos de pan e hicimos la inauguración del merendero”.
Fue así que ofrecieron una primera merienda un domingo y, luego, distintos almuerzos durante la semana. Pero hacerlo funcionar diariamente es difícil, según afirmó la coordinadora, hay veces en las que no cuenta con los ingredientes para poder cocinar. Aún así, no se queda sin hacer nada y entrega mercadería que recibe de donaciones para colaborar con las mamás y así puedan comer en sus casas junto a sus hijos.
La recompensa está por sobre lo material
De a poco, Rocío comenzó a difundir y pedir colaboraciones a través de las redes sociales y recibió ayuda desde varios lugares, se movilizó hasta Morón, Cañuelas, incluso Ezeiza y todo con recursos suyos. Hasta contó que cuando no cuenta para cargar la SUBE, es entonces cuando pide que alguna vecina que asiste al comedor la acompañe a retirar las colaboraciones.
“Es como nos vamos sosteniendo, con ayuda de mi esposo que trabajo fijo no tiene pero hace sus changas, él es carpintero, cuando le pagan bien me da para el comedor y yo limpio una casa dos veces por semana, me pagan 80 pesos la hora, voy cuatro al día y nos vamos manteniendo así”, comentó.
Pero la reconforta, con mucho esfuerzo, con ollas prestadas, cocinando a leña y poniendo muchísimas veces de sus bolsillos, hacen que funcione. El trabajo ahora es poder construir un comedor y una cocina para establecer el merendero físicamente, y, hasta el momento, recibieron donaciones de chapas y el desafío es comprar las maderas necesarias.
Respecto a la ayuda estatal, aún no cuentan con ello pero Medina afirmó que se encuentra iniciando los trámites en la Secretaría de Desarrollo Social para que puedan serles otorgados algún tipo de subsidio; “tengo que entregar distintos tipos de documentación y se complica, algunas mamás no tienen para hacerse las fotocopias, todos vivimos al día, y tengo que esperarlas”.
Con un aporte comunitario, todo es posible
Corazones Solidarios recibe todo tipo de donaciones, desde ropa, mercaderías, hasta colchones. Se encuentra ubicada en Lord Byron 5316 y su coordinadora, Rocío Medina, accedió a dejar un teléfono de contacto: 1560575221. En su cuenta de Instagram @comedorcorazones publica todas aquellas contribuciones que reciben para el merendero.