El profesor de historia e historiador trazó un panorama de las próximas elecciones que se celebrarán en Argentina, Bolivia y Uruguay. “Geopolíticamente se juega muchísimo”, disparó.
Jair Bolsonaro en Brasil y Mario Abdo en Paraguay son los dos ejemplos de que las visiones liberales y conservadoras han tenido éxito en el último tiempo y el historiador Gabriel Ferreira precisó cómo puede comenzar a funcionar Latinoamérica en el aspecto económico y político en caso de que esta visión se imponga en las elecciones que se celebrarán en distintos países del cono sur.
En una nota exclusiva para Diario NCO, el historiador analizó que “en octubre de este año, en términos geopolíticos, se define la futura orientación política, económica y estratégica del Continente Latinoamericano. Se vota en Argentina, Uruguay y Bolivia, con todo lo que ello implica”.
“En caso de ganar la derecha en estos tres países (perdiendo Evo Morales, perdiendo el Frente Amplio y ganando nuevamente Macri y/o Vidal), Sudamérica casi entera giraría hacia un nuevo rumbo, alineada a los intereses comerciales y geoestratégicos de Estados Unidos”, reveló en entrevistado.
Hay que destacar que los Estados Unidos está teniendo injerencia en muchos movimientos de “fichas” en varios puntos de Latinoamérica con el detalle de que ha ejercido presión al FMI para que cambie las condiciones del acuerdo con el Gobierno de Mauricio Macri para que no le “explote” la economía y llegar entero a las próximas elecciones.
Por su parte, el especialista destacó que Venezuela sería la anomalía en medio de un clima de época que viene marcando reiteradas derrotas de las visiones llamadas de izquierda, socialista o progresistas. “Todavía con Maduro en el poder a duras penas, viene resistiendo Venezuela”, indicó el historiador.
¿El fin del progresismo?
Desde el año 2013, con las derrotas legislativas del kirchnerismo en nuestro país y la victoria del empresario Horacio Cartes en Paraguay, fueron el preanuncio de la continuidad de esta tónica derechizante en la política latinoamericana.
Luego de años anteriores en que se hablaba de “patria grande” y la buena relación que mantenían los países del Mercosur con Cristina Kirchner, Lula Da Silva, Dilma Rouseff, Hugo Chávez y “Pepe” Mujica como figuras destacadas, hoy la realidad dista mucho de aquellos tiempos.
“La historia dirá si estos años fueron los del fin definitivo del progresismo, populismo, centroizquierdismo, izquierda y Socialismo del siglo XXI en el continente (con Cuba, Nicaragua, México y Venezuela como únicos países yendo a contramano de la moda derechizante) o si asistiremos a una polarización continental entre países alineados y no alineados”, elucubró el entrevistado.
Elecciones que marcarán un quiebre
A su vez, puntualizó que las distintos comicios que se brinden en nuestro país son los más importantes a nivel continental porque a pesar de la grave crisis que está atravesando es una de las economías más grandes de la región. “No hay que olvidarse que Argentina es, junto a Brasil y México, uno de los tres países más importantes del continente. Por eso esta elección es clave para un lado y para el otro”, describió Ferreira.
Al parecer, Mauricio Macri se presentará para ser reelegido como presidente de Argentina por otros cuatro años, por lo que las ideas liberales tendrán a un candidato y verán su mayor foco de resistencia en la recientemente revelada fórmula entre Alberto Fernández y Cristina Fernández por el Partido Justicialista.
Por último, machacó en que no debe reducirse la discusión a un plano banal y tomar las próximas decisiones democráticas como puntos de quiebre en la región. “Geopolíticamente se juega muchísimo. No es solo Macri versus Cristina, como los llamaría un afín de un lado o del otro, es una discusión mucho más grande. No es solo Argentina. Es Latinoamérica”, concluyó el entrevistado.
La cuestión está planteada y la realidad marca que en los últimos seis años las visiones de derecha, conservadoras y liberales han ganado las elecciones a lo largo del continente americano, con pequeñas excepciones en Bolivia, Venezuela y México y solo el tiempo y las decisiones determinarán cómo seguirá el futuro, si es con nuevos cambios o con continuidad de un modelo.
