Número de edición 8481
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El Palomar: Su novio la acuchilló cuando se despertó

El Palomar: Su novio la acuchilló cuando se despertó

Su novio la acuchilló cuando se despertó. El jueves pasado, María José Rivani se encontró con el chico -con quien mantenía una relación hacía un año, pero no cumplían con la formalidad del noviazgo- para ir a la casa de él. En el camino discutieron y ella se volvió a su hogar ubicado en la localidad de Palomar, se acostó a dormir y se levantó el viernes para ir a trabajar, pero él la sorprendió dentro de su casa y comenzó el calvario.

Por Mailén Britos
britoscostamailen@gmail.com

@mailenbritosC

“Me desperté el viernes a las 7 para ir a trabajar, como todos los días. Entre el sueño y la oscuridad, abrí los ojos y vi que a mi lado había alguien, solo atiné a decirle que se lleve todo pero que no me haga nada creyendo que era un ladrón, pero en verdad era Lucas Areco, el hombre con el que mantengo una relación hace un tiempo”, comentó María José Rivani en diálogo exclusivo con Diario NCO.

“Nosotros nos veíamos día por medio maso menos, no teníamos una relación estable era una relación más bien libre. Ese día, él me vino a buscar para ir a dormir a su casa y cuando estábamos en el colectivo se hacia el lindo con otras mujeres, a mí no me gustó esa situación. Le dije que me volvía a mi casa porque siempre hacia lo mismo, discutimos un poco pero nada, al final me vine y tampoco fue una discusión tremenda si no era una más del montón”, confesó Rivani a este medio.

La mujer volvió a su casa y se acostó a dormir, a la mañana siguiente Areco se hizo presente en el lugar, observó que el padre de María José se estaba yendo a trabajar y ahí decidió saltar el paredón que da al patio de la casa. Ingresó, tomó una cuchilla que pertenecía al papá de ella -él sabía que el arma se encontraba ahí porque siempre que visitaba la casa, era costumbre agarrarla- y se dirigió a la habitación.

Posteriormente, indicó que se despertó porque sonó su alarma, se asustó cuando vio a un hombre parado al lado de su cama y las únicas palabras que salieron de su boca fueron “por favor no me hagas nada, llévate todo”. En ese momento, el cuerpo de Lucas Areno se tiró sobre ella y su mano en forma de puño empezó a impactar en todo su cuerpo.

El calvario

“Me empezó a pegar piñas en la cara, en el cuello y en la espalda, empecé a llorar mientras él me gritaba que me calle y ahí fue cuando reconocí su voz. Me di vuelta, le agarré las manos y vi que tenía algo que tenía algo en la mano, le pedí que no me lastime y ahí paró. Pero ya había pasado un montón de tiempo desde que me atacó, y yo me moría de dolor porque incluso me tiró del pelo como queriéndomelo arrancar desde el cuero cabelludo”, continuó Rivani.

María José comentó que solo sentía dolor por el impacto de las trompadas y la tironeada de cabellos que Lucas Areno le regalaba en cada segundo, pero que nunca se imaginó que en su espalda, cuello y rostro iba a tener once tajos provocados con la cuchilla que él agarró al ingresar a la vivienda. De hecho, tampoco pensó que le iba a generar tanto daño por una simple discusión.

“Cuando logro sacarle el cuchillo y el frena, yo ya me había orinado encima y me sentía muy débil como que me iba a desmayar, pero todavía no me había dado cuenta de toda la sangre que había en el colchón y en la ropa. Ahí a él le agarra una persecución y me empezó a decir que me iba a llevar al hospital, que nos vayamos de mi casa porque estaba por venir la policía con mi papa”, expresó.

El arrepentimiento

“Lucas me decía que por favor no lo mande en cana que iba a perder todo incluso a su hijo. Además, comenzó a correr por toda la casa, salía y volvía a entrar en un estado de desesperación y exaltación, mientras me pedía a que agarre plata y me vaya a vivir con él”, continuó.

Mientras él vigilaba para que no entre nadie, María José se encontraba en un estado de deterioro: le faltaba el aire, no podía moverse por los dolores que tenía y sentía que se estaba por desmayar. A pesar de este estado, sacó fuerzas de donde pudo y mandó a Lucas a buscar un remis, cuando el salió ella cerró la puerta con pasador y dio aviso a su padre de lo sucedido.

“Yo creo que él estaba bajo los efectos de la droga, de hecho, tenía problemas de adicciones. Cuando llegó emanaba un olor asqueroso a alcohol asi que creo que ha hecho algún coctel que no le ha caído muy bien y lo hizo ponerse así, porque en un año de relación jamás manifestó ninguna actitud violenta ni nada por el estilo”, confesó Rivani.

En la misma línea, la mujer hizo hincapié que estaba al tanto de la adicción que Lucas Areco sufre. De hecho, en varias ocasiones lo amparaba en su casa o le daba de comer para que no tenga el estómago vacío cuando se “mande la macana”, como lo definía ella.

Denuncia

María José ingresó en el hospital de Haedo donde le hicieron placas, análisis de sangre, le curaron y suturaron las heridas. Ya un poco más calma, decidió hacer una denuncia en la comisaría sexta de El Palomar donde le tomaron la declaración y le pidieron que espere el accionar de la fiscalía y el informe que el hospital debe enviar.

“Me enteré de que él camina y vive como si nunca hubiese pasado nada. Yo fui a hablar con la mamá al día siguiente y le conté todo lo que había pasado y ella ya estaba al tanto de la situación, al igual que todo el barrio donde él vive, que es el barrio Carlos Gardel. La mamá me pidió perdón, que desconocía a su hijo y que jamás lo había visto así”, comentó Rivani.

A modo de cierre, le mujer confesó que en el hospital le dijeron que tuvo un dios aparte porque se podría haber muerto, producto de las heridas que Lucas Areco le provocó con la cuchilla. “Un cuchillazo en el cuello y podría haberme muerto ahí nomás”, concluyó.

 

 

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