
Este lugar se encuentra ubicado en medio de un barrio del sur matancero, fue imaginado y construido por Antonio Campana, un vecino que tuvo la idea de recrear un espacio donde la imaginación es acompañada de bellas edificaciones como castillos y casas, resaltadas por la creatividad de un solo hombre.
Es por eso que Diario NCO visitó Campanópolis y trae todos los detalles de una verdadera sorpresa a los ojos, destinada para todos los amantes de lo peculiar y los que quieran conocer algo distinto en La Matanza, declarado de Interés Turístico Nacional.
Por Patricia Dávila
patriciasdavila@gmail.com
Fotos: Ezequiel Peralta
ezequiel73fotogr@hotmail.com
Primera edición 26 de junio 2013
Plazas, castillos, lagos, flores crean una atmosfera acorde cualquier cuento de fantasía, donde a ese lugar se accede por la calle Bariloche de González Catan, y luego se recorre un camino mejorado, que al llegar ya esperan imponentes un conjunto de edificaciones dignas de admirar. Campanópolis fue desarrollada entre los sueños y las ganas de poner en juego la creatividad, desde la mente de Antonio Campana, un vecino que en el Km.31 de La Matanza, decidió levantar una ciudad inimaginada en el oeste del conurbano.
Todo comenzó en 1977 cuando Campana, empresario, compro estos terrenos para la cría de ganado vacuno, en el que funcionaba una fábrica de ladrillos. En 1985, el CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado) se adjudico el espacio para ser utilizado como lugar para tratamiento de la basura. Por medio de disputas judiciales en los años 90’ recuperó el mismo y comenzó a construir una inmensa obra de arte desde los puntos en el que se lo mire.
Durante estos años, Antonio fue diagnosticado de una larga y cruel enfermedad que no le impidió realizar la limpieza y la puesta en marcha del terreno de 200 hectáreas para la construcción de este espacio con materiales reciclados, recolectados de demoliciones en la ciudad de Buenos Aires y también en algunos países de Europa. El creador de esta singular aldea fue hijo de inmigrantes, y tan solo con estudios primarios, pero con mucha dedicación, diseño y construyó Campanópolis: la Ciudad de Campana, tal como lo bautizó su amigo el difunto Profesor Alfonso Corso.
Según cuentan algunos historiadores, en la confluencia del arroyo Morales con el Río Matanza – dentro de Campanópolis – se realizó uno de los desembarcos de la primera fundación de Buenos Aires bajo el mando de Don Pedro de Mendoza, que corresponde a los escritos y mapas del marino alemán Ulrico Schmitd que se refugió en las costas de Brasil luego de que la primera fundación fuera expulsada por los aborígenes. Otro elemento histórico en base a los estudios del Profesor Historiador Alfonso Corso, Camponópolis ha sido parte de la propiedad de Juan Manuel de Rosas, estos campos a mediados del siglo XIX -hacia 1840 – habrían sido habitados por un capataz (puestero) del Brigadier.
Aquí, se puede encontrar espacios como el Museo de las Rejas, en el que se exhiben rejas finamente decoradas, arañas colgantes, vitreaux, objetos antiguos y piezas de arte, también está el Museo de la Madera, en el cual miles de objetos de este material están expuestos desde su más llamativo toque artístico que fue juntado por Antonio en diversas ventas o subastas de usados o antiguos. La Casa de Piedra, la Casa de Escoria, el Cabildo, la Casa Proa de Barco, el Pasaje del Búho, el Museo de Caireles y entre otras construcciones más confluyen en un campo rodeado por la creatividad.
No solo allí se puede encontrar edificaciones, los campos son otro de los sectores en el que los visitantes que llegan por medio de visitas guiadas previamente acordadas con los organizadores del lugar, pueden descansar entre lagos y pequeñas casas armadas desde ese toque épico y a su vez de fabula que rodeo la mística de Antonio. Tal es así, que la aldea es visitada por ciento de visitantes, hasta famosos y productores de documentales, publicidades y revistas, que eligen esta magia que destila Campanópolis para acompañar sus labores.
Cumpleaños, casamientos que se lleva a cabo en una iglesia que también pertenece al lugar y diversos eventos , forman parte de este escenario, elegido por la productora Chiquititas y de Susana Giménez, para las grabaciones de dichos programas. Paula Chavez, Valeria Mazza, entre otras modelos también recorrieron estos predios, como lo hicieron el grupo mexicano Mana, que grabo un video musical y presentó su disco en Campanópolis al lado de autoridades provinciales, nacionales y del intendente Fernando Espinoza.
“Antonio Campana encalleció sus manos, dejó que su cerebro desbordara de ideas y su espíritu volara con las alas que le da la libertad, llevándolo a la Luz” rescatan aquellos que hoy siguen manteniendo viva y en pie su obra.
Los comentarios de la gente
Entre las visitas guiadas que se organizan para conocer Campanópolis, algunos visitantes hablaron con Diario NCO, y dieron testimonio de este atractivo turístico en La Matanza.
“No conocía este lugar, ni por fotos, ni por dichos ni nada, un día viene mi cuñada y me dijo de Campanópolis, la verdad que con lo que me dijo me quede maravillada, como me conto que solo se puede visitar con una visita guiada acordada con previo aviso, reserve lugares para mí y mi hija y nos venimos ahora, la verdad que me encanto, no te podes imaginar que esto exista en una localidad del conurbano, por lo atractivo que es me siento caperucita roja recorriendo estas casas, parece un pueblo de cuentos” destacó Viviana de Lanús, mientras su cámara no paraba de sacar fotos a las construcciones de esta aldea.
“Yo soy de Isidro Casanova y tampoco sabía que existía, es muy lindo a mí y a mi familia nos gusto, nos enteramos por mi otro sobrino que vino con el colegio y también se quedo maravillado le recomiendo a la gente que venga porque si les gusta recorrer cosas que son fuera de lo común acá lo tienen, a mi me gusta mucho la movida de museos, pero esto es un gran museo, más llamativo más entretenido, también esta lindo para sacarse fotos, nos dijeron en la visita que muchos quinceañeras vienen a sacarse fotos y esta espectacular” resaltó Francisco acompañado por sus hijos y esposa.
No obstante, Sergio, uno de los guías del lugar, aseguró que “la idea es que la gente se lleve toda la estética que creó su fundador, que se lleve la esencia ecológico que intento llevar a cabo, la idea de cumplir un sueño que respondía a un sueño colectivo, eso es un poco de lo que quiero que la gente se lleve, mas de las fotos que se puedan llevar, quiero que aprecien el lugar, construido por un hombre, pensado estéticamente, solo con reminiscencias medievales, él quería que la gente entre a un lugar sea distinto al mundo que vivimos comúnmente y se lleva un mensaje de reciclado, y desde este lugar concientizar a la gente sobre la ecología”.
Con respecto a las sorpresas que manifiestan sus visitantes, añadió que “mucha gente queda impresionada por el lugar, dice que no lo conocía, no piensan que en la Argentina y más en La Matanza, haya un lugar así, te encontrás con mucha gente ansiosa que vio solo fotos por Internet o Faceboock y quiere conocer de una el lugar, esta bueno que la gente venga con este tipo de ganas de conocer porque cuando se van después te llegan mensajes de que se fueron satisfechos y contentos de conocer algo diferente en González Catán”.
Actividades para todos
Además de las actividades antes comentadas Campanópolis posee una amplia coordinación de eventos con los objetivos puestos en recrear didácticas educativas, entretener, entre otros intereses para cada ocasión que se la desee visitar
Es por eso que se puede abordar diferente temáticas en la visita como la historia, ecología y medio ambiente, reciclado y conservación, hasta juegos y deportes medievales. Cabe destacar que también es un espacio donde se puede realizar caminatas y mountain bike, trabajo de integración de equipos, avistaje de flora y fauna, paseos en unimog y 4×4, paseos educativos para colegios, talleres de reciclado, talleres de historia, juegos medievales y arquería.
Por ende, las visita de guiada son de 45 a 50 minutos, en el cual se contempla el tiempo para poder recorrer y disfrutar los detalles, en tanto desde la organización aclaran que el predio no está abierto para todo el público y solo se puede ingresar tras la reserva de una visita.
Entre otros servicios que allí se prestan están los salones de diversas capacidades adaptables a distintas necesidades, alojamiento, catering, guías personalizados, vigilancia, helipuerto, piscina, salas de video multimedia, proyectores digitales y conexión a Internet de banda ancha.
Para más información de reservas, visitas o historia del lugar, dirigirse a la página oficial: http://www.campanopolis.com.ar/.
También en la página de Facebook “Ezefotografia” encontraran todo el recorrido realizado por Diario NCO en Campanópolis.
Historia
Campanópolis nombre que se le da por el apellido de su fundador, Don Antonio Campana cuenta con una increíble historia, donde los sueños y el esfuerzo tienen un vínculo indescifrable con el arte y la emoción de los logros.
La aldea con espíritu medieval fue soñada, proyectada y construida por Don Antonio Campana, quien sin poseer estudios de arquitectura concreta su sueño, en un predio de 200 hectáreas con llanuras, bosques selváticos, ríos, arroyos, lagos.
La historia cuenta que hace casi 40 años comenzó este sueño en un predio adquirido en 1976 donde antes eran explotadas antiguas tosqueras, cuyo producto fue usado para la construcción de las bases de las pistas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y de la autopista Richieri.
Luego el lugar fue expropiado por el CEAMSE (Cinturón Ecológico Área Metropolitana Sociedad Del Estado) que durante mas de cinco años lo uso para relleno sanitario, dejando secuela de contaminación ambiental.
Don Antonio entra en un largo pleito judicial para recuperar el predio. Paralelamente le aquejan diversos problemas de salud y, ante esto, decide dar un vuelco importante a su vida, impulsando sus ganas de vivir junto a sus ansias de concretar su sueño. Hoy hecho realidad con este legado de belleza.
Descubriéndose asi mismo como creador y diseñador, con un amplísimo criterio del reciclado y creatividad, hace uso de sobrantes de demoliciones para construir un mundo nuevo sobre el caos hasta entonces reinante, dando a luz esta mágica aldea, restableciendo también del equilibrio ecológico.
Historia anterior a la Aldea
El predio de la aldea esconde un pasado importante.
Según el historiador Don Alfonso Corso, interpretando los relatos del alemán Ulrico Schmidl, escriba oficial de Don Pedro De Mendoza en 1536, en la confluencia del arroyo Morales con el río Matanza se efectuó la primera fundación de Buenos Aires. En el lugar se encuentra a modo de homenaje “El Palo de la Justicia”, en recuerdo de la gesta histórica fundacional de una de las ciudades más importantes de América.
En sus crónicas Ulrico narra: “… que quién quería comer un pescado tenía que andar 4 millas…”. De aquí se deduce que la Población o Real – como entonces la llamaban – no estaba ubicada a orillas del Río de la Plata sino a cierta distancia de él.
Es justamente la confluencia de agua entre el Arroyo Morales (río pequeño) y el Río Matanzas (río grande) a la que hace referencia Ulrico. Esta zona fundacional está dentro de las tierras de Campanópolis.
Los diarios de Ulrico son una fuente importante a la hora de esclarecer la debatida ubicación de la primigenia Ciudad de Buenos Aires, este viajante considerado como el primer “Historiador del Río de la Plata” señala: “…Mendoza estableció el Real a la par de un río pequeño que entra en el río grande…”.
Corso afirma que, posteriormente estas tierras pertenecieron a Don Juan Manuel de Rosas, construyendo para ello la mas antigua edificación que data aproximadamente de 1840, la que fue habitada por un capataz (puestero) del Brigadier General.
Esta casa histórica tiene una construcción característica de la época, en forma de “ L”, construida con característicos ladrillones asentados con adobe o barro, sus paredes alcanzan los 60 centímetros de ancho, las cuales poseen troneras por donde sus habitantes sacaban las armas de fuego para defenderse de los malones de indios o ataques de forasteros. Posee además un sótano que era utilizado como refugio ante posibles ataques, siendo ésta la única construcción de estas tierras.