Número de edición 8481
La Matanza

Las heridas que sufrió Roció Villareal

Roció Villareal
Roció Villareal

La sargento de la Policía bonaerense Rocío Villarreal (25), baleada el lunes por asaltantes en la comisaría 1a.de San Justo, permanecía ayer en terapia intensiva con pronóstico reservado a raíz de “lesiones severas en la columna”.

Sandra Aldrey, una de las médicas de guardia del Centro Médico Fitz Roy del barrio porteño de Palermo donde está internada Villarreal, señaló que la agente está “compensada, su estado clínico es favorable, sigue con pronóstico reservado y sin fiebre”.

“La bala ha lesionado la vertebra dorsal 12 y el daño de la columna es importante, tiene lesiones severas”, apuntó al difundir el último parte sobre el estado de la agente policial.

Aclaró que esas lesiones “serán evaluadas en las próximas horas por el equipo de neurocirujanos de columna”.

Aldrey explicó que Villarreal recibió un único balazo que “le rozó su brazo, ingresó al abdomen y lesionó el hígado, el riñón y el diafragma” y que el proyectil “quedó alojado en la columna” vertebral de la suboficial.

Señaló por último que la suboficial está acompañada por su hermana y por su marido y “está lúcida y responde perfectamente a todo lo que se le pregunta”.

Indagaron a los detenidos por el golpe comando a la Comisaria

El hombre y la mujer que fueron detenidos el lunes por la noche por el tiroteo dentro de la comisaría de San Justo, en el cual resultó herida la sargento Rocío Villarreal, fueron indagados ayer por la mañana, mientras los investigadores realizaban algunos procedimientos en busca de otros dos cómplices que aún permanecen prófugos, informaron fuentes policiales.

En tanto, los investigadores sospechan que el grupo armado que ingresó cerca de las 5 de la madrugada de ayer a la seccional policial, situada en Villegas 2459, de San Justo, partido de La Matanza, tenía planeado liberar a un hombre llamado Leandro Arando, quien se hallaba detenido por el homicidio de un narcotraficante en el marco de un ajuste de cuentas por una deuda.

Fuentes policiales aseguraron que los detenidos fueron identificados como Ludmila Bustamante y Bruno Marullo, quienes fueron apresados por personal de la Jefatura Departamental de La Matanza y quedaron acusados de ser dos de los cuatro delincuentes que ingresaron a la comisaría 1a de San Justo.

Ambos fueron detenidos cuando caminaban por una calle en cercanías de la comisaría donde se produjo el tiroteo, aunque por el momento no se informó si en su poder fueron secuestradas armas de fuego.

Se cree que Marullo fue uno de los hombres que ingresó y disparó dentro de la seccional policial, mientras que Bustamante era la persona que se hallaba en la puerta de la comisaría actuando como “campana”.

Los pesquisas aseguraron que esta mujer era novia del preso al que iban a rescatar y se llegó a ella a través del análisis de comunicaciones.

Es que al ser requisada la seccional tras el tiroteo, se secuestraron varios teléfonos celulares dentro de las celdas en las que se hallaban 19 presos y en uno de ellos se recuperaron algunos mensajes y allí surgió el nombre de esta mujer que finalmente fue apresada.

Ambos fueron trasladados ayer por la mañana a la sede de la Unidad Funcional de Instrucción 8 del Departamento Judicial de La Matanza, y fueron indagados por la fiscal Alejandra Núñez.

En tanto, la policía continuaba con la búsqueda de otros dos sospechosos que, se cree, también ingresaron a la seccional policial.

El episodio se registró minutos después de las 5 de la madrugada del lunes, cuando al menos cuatro personas vestidas con gorras y camperas negras con la inscripción “Policía” y armados con pistolas llegaron al lugar a bordo de un vehículo.

La fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, relató que uno de los delincuentes se quedó en la calle como campana, otro llegó hasta una puerta de blindex y los otros dos ingresaron hasta la oficina central.

“Dos entran a la guardia, donde estaba (la sargento) Rocío (Villarreal) y otros tres compañeros y, cuando la oficial se levanta para ver quién había entrado, directamente empezaron a dispararle”, relató el jefe de la Policía bonaerense, Fabián Perroni.

El jefe policial dijo que los agresores sólo gritaron “quietos, quietos” y luego “tiraron a matar, con un desprecio total por la vida de Rocío (Villarreal) y de los compañeros”.

Villarreal, de 25 años y madre de una niña de 3, recibió un balazo en el antebrazo derecho y otro en el abdomen, por lo que fue trasladada de urgencia al hospital Paroissien, de Isidro Casanova, donde fue ingresada al quirófano, sometida a dos operaciones y luego derivada al Centro Médico Fitz Roy.

La joven de 19 años habría sido el cerebro detrás del ataque. Buscaba rescatar a su novio, detenido por un asesinato de tinte narco.

Según informó Télam.los investigadores creen que la banda planeaba liberar a un detenido acusado de haber asesinado el año pasado a un narco que se quedó con un cargamento de 70 kilos de cocaína.

Fuente: online-911

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