Los delegados y trabajadores del INTI que decidieron manifestarse de forma pacífica, denunciaron a la prensa que están siendo brutalmente reprimidos por la Policía Federal Argentina y la Policía de la Ciudad.
Incluso, la diputada nacional por el Frente Renovador, Cecilia Moreau y el dirigente del Partido Obrero, Nestor Pitrola, difundieron imágenes en sus cuentas de Twitter. Mientras se lleva adelante esta feroz medida, los automóviles que pasan por la General Paz, les brindan su apoyo a los trabajadores tocando bocina.
Por Mailén Britos
Este jueves se cumplen 90 días de aquel viernes de enero donde 258 técnicos y científicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial fueron víctimas del plan de cambios y ajustes en la administración pública iniciado por el gobierno nacional. Al mediodía, cortaron la avenida General Paz a la altura de Constituyentes para reclamar por los despidos, exigiendo una inmediata reincorporación y la renuncia del presidente Jorge Ibañez quien junto al gobierno nacional, llevan adelante la privatización del Instituto.
“Soy Yamila Mathon, delegate de ATE INTI. La policía en este momento está reprimiendo con armas de fuego y palos. Me acaban de tirar gas pimienta en la cara y les están pegando a varios compañeros. Los trabajadores del INTI además de estar despedidos estamos en absoluto riesgo. Responsabilizamos a Ibañez y Macri por la violencia”, se escucha gritar con desesperación a Yamila pidiendo por favor que los medios de prensan cubran este monstruoso acto impulsado por las autoridades.
El 26 de enero del corriente año, los trabajadores del INTI se desayunaron con cartas de documento donde se indicaba sus despidos. A raíz de eso, comenzaron a realizarse diversas actividades: asambleas, paros activos, jornadas, marchas internas e incluso hasta acampes en la colectora General Paz.
La lucha se dividió en dos fases: la primera fase consistía en la instalación de carpas sobre la colectora donde todos los despedidos manifestaban su descontento acampando en el lugar, esa medida duró aproximadamente 45 días.
¿Por qué se levantó ese accionar?
Las autoridades convocaron a los delegados a una mesa de negociación donde les ofrecían 45 reincorporaciones y la devolución del dinero descontado por los días de paro, con la condición de que el acampe se levante de inmediato, generando una ilusión en el grupo de trabajadores despedidos. Se llegó a un acuerdo y los delegados dieron la orden de levantar el acampe cumpliendo con su parte, pero la suerte no estuvo de su lado: la promesa de las reincorporaciones fue solo en vano, ya que por el momento las autoridades no cumplieron con lo acordado.
A raíz de este desplante, se decidió dar inicio a la segunda fase que aún sigue activa. Los despedidos firmaron un acta -luego de varias luchas- donde se establece que pueden ingresar al instituto, por lo tanto en las jornadas de trabajo, ellos ingresan y realizan asambleas, paros activos, marchas internas, se dirigen al congreso entre otras cosas junto con los delegados y con quienes aún conservan su puesto de trabajo.
“La propuesta esa fue un engaño, fue para ganar tiempo, ahora las negociaciones están interrumpidas.. ellos no proponen nada que nos sirva. Las autoridades vienen por una reestructuración que nosotros venimos denunciando hace bastante tiempo, quieren desguazar los sectores liquidando una línea de trabajo que tiene una importancia social muy grande para el pueblo, con una gran utilidad”, expresó Luciano, delegado de ATE que defiende a los trabajadores del INTI, a Diario NCO.
En la misma línea señaló que estos cambios en el país son muy importantes que van a afectar la vida y el bolsillo de los argentinos dando como ejemplo el despido de la responsable de certificar las pilas y las baterías o el despido de quien certifica las partes de seguridad de los ascensores. Esos despidos se produjeron para que dichas tareas pasen a ser llevadas a cabo por laboratorios privados.
“Los controles que hace el estado como ente autónomo sobre las importaciones lo quieren eliminar para abaratarlas. Por otro lado, quieren privatizar el sector que controla los surtidores de nafta, entonces realmente un consumidor no sabe cuando le van a vender realmente un litro de nafta. Eso se lo quieren transferir a laboratorios privados, imagínate el riesgo que es que una empresa controle a otra, incluso hay empresas que pueden comprar otras empresas para que controlen, eso serían una especie de autocontrol de sus productos”, continuó.
En febrero, el presidente del INTI, Jorge Ibañez declaró con cierta frialdad que había que construir un instituto mejor por lo tanto debían tomar decisiones difíciles, avanzando con la gente que construye los valores del gobierno pero los empleados que no tenían dichos valores no iban a poder ser parte del INTI del futuro.
Un caso muy similar al del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, es el de agroindustria que tiene al mando a Luis Miguel Etchevehere, un hombre perteneciente a la sociedad rural. El viernes pasado, 330 trabajadores del Ministerio de Agroindustria fueron despedidos. Luciano definió dicha medida como “un desguace del control del campo, de los vacunos y de los frigoríficos. Además, de que pusieron a un tipo de la sociedad rural a cargo de los organismos que deben controlan a la sociedad rural, entonces el va a desarmar esos organismos”, además afirmó que esto es un ataque integral del gobierno.
Mientras los trabajadores del INTI luchan para volver a tener su puesto y sostener a sus familias, las autoridades juegan con las ilusiones de ellos: les dicen que si esta semana no salió una propuesta que esperen a la semana próxima y así están desde hace mucho tiempo. “Ahí nos damos cuenta de que nos boludean y pensamos en conjunto medidas duras pero no es fácil. Hay sectores que mantienen la ilusión y quieren agotar todas las instancias posibles antes de ejercer algún accionar bastante duro como un acampe”, concluyó Luciano.
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