Vecinos denuncian haber sido estafados por un Rapipago

Estafados: El local se encuentra ubicado en Espora 111, en Ramos Mejía. Durante muchos años fue atendido por un hombre de confianza y con quien nunca hubo problemas. Sin embargo, hace un tiempo cambió de dueño y comenzó la pesadilla. Esta semana, el abogado de una de las damnificadas presentará una causa penal.
Mailén Britos
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El 4 de abril pasado, Analía se dirigió al lugar, donde siempre abonaba sus facturas, y dejó 9 mil pesos para poder saldar su deuda con la tarjeta de crédito. “Luego del pago, se le emitió un ticket en papel menbretado de la firma responsable. Dejó pasar 48 horas esperando la acreditación del pago, pero a los días la llamaron de la tarjeta de crédito para avisarle que la misma había sido inhabilitada”, comentó el abogado de la damnificada.
En un estado de incertidumbre y desesperación, Analía dictó el número de la constancia de pago que tenía su ticket, pero desde el otro lado del teléfono, le confirmaban la impactante noticia: no se registraba ningún pago para la misma.
El lugar fue atendido por un hombre durante mucho tiempo, la gente acudía a pagar sus cuentas allí porque era “rápido y generalmente no había tanta fila” y jamás tuvieron inconvenientes.
Un día, se encontraron con que el dueño le vendió el local a otra gente, que iba a seguir con el mismo rubro pero que solamente cambiaba de empresa recaudadora: en vez de operar bajo el nombre de Rapipago, comenzaban a operar con Pago Fácil.
“Atendía una chica embarazada. Me reiteró en varias ocasiones que el pago tardaba entre 24 y 48 horas en acreditarse. Lo que me pareció raro (es) que me lo diga tan nerviosa, pero creí que era reiterativa por la falta de experiencia, lo cual era notorio” expresó Diego Weigandt, otro de los afectados.
Diego se presentó el día 5 de abril para pagar 1700 pesos de Telecentro. La mujer embarazada le comentó que el lugar había cambiado de dueño y que no tuvieron tiempo para reacomodarse, por eso el cartel de RapiPago seguía estando en la fachada del local.
Por costumbre, volvió en tres ocasiones más al local para realizar sus pagos pero el mismo ya se encontraba cerrado.
“Vino una vecina a casa y me comenta las noticias que vio por internet y me preguntó si yo iba seguido a pagar ahí. Me puse a ver lo que ponían en internet y me di cuenta de que sí, que había sido estafado. Yo iba confiado a pagar, con buena fe”, comentó Diego, que este lunes va a presentar su denuncia ante la comisaría.
También, le va a ofrecer -a la autoridad que corresponda- abrir las puertas del local y recolectar pruebas, ya que él se desempeña como cerrajero.
Los vecinos cuentan que hasta fines de marzo no hubo problemas con sus pagos, que la gran estafa comenzó con los que se realizaron a partir del tercer día del mes corriente.
“Otro caso es del portero que vive a 20 metros del lugar: pagó el jueves la boleta del gas y el sábado pagó la cuota de su camioneta junto con la tarjeta de crédito. Al tiempo lo llamaron para decirle que no se registraban pagos de ninguna de las tres cosas” comentó el abogado de Analía, quien también el lunes a primera hora va a presentar una causa penal.
Las versiones extraoficiales dicen que las máquinas fueron dadas de bajas en Pilar y que la inmobiliaria “Berto” -quien teóricamente hizo la transferencia del fondo de comercio- no puede dar con el paradero de los nuevos dueños.
Por otro lado, el portero afectado hizo el reclamo en Pago Fácil pero le explican que ellos no tienen nada que ver con el sello del ticket, ya que los mismos son “apócrifos”. Analía, por su parte, envió carta de documento a Pago Fácil pero todavía no fue recibida.