Vecinos se plegaron al cacerolazo nacional
Con epicentro en las localidades de Ramos Mejía y Lomas del Mirador y con algunas pequeñas réplicas en otras ciudades y barrios del Distrito, los vecinos de La Matanza adhirieron a los cacerolazos iniciados en la noche del lunes en Capital Federal y que luego se propagaron y se sintieron a lo largo y ancho de todo el país.
El tratamiento de la controvertida reforma previsional que finalmente en la madrugada de ayer logró aprobar el Gobierno nacional, generó muestras de repudio en todo el país. Tras las multitudinarias movilizaciones que culminaron con incidentes, la población ganó las calles y se realizaron cacerolazos en todo el país.
Las primeras muestras espontáneas de rechazo a la reforma que impulsó Cambiemos se dieron en los barrios porteños, generando réplicas en todo el territorio nacional. Y La Matanza no fue la excepción. En las localidades de Lomas del Mirador y Ramos Mejía, centenares de vecinos hicieron sentir su voz contra el ajuste contra los jubilados, pensionados, combatientes de Malvinas y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo.
Con cacerolas, pancartas y consignas contra el Gobierno, los matanceros se autoconvocaron en puntos neurálgicos como Av. de Mayo y Av. Rivadavia, en Ramos Mejía) y Av. San Martín y Av. Provincias Unidas en Lomas del Mirador. También, los vecinos de esas zonas se pronunciaron desde sus hogares con bocinas y el golpe a las cacerolas.
Paralelamente, nutridas columnas de manifestantes, sin banderías políticas, se movilizaron hacia el Congreso Nacional donde se estaba debatiendo la reforma previsional, que finalmente fue aprobada. Además, cientos de manifestantes se congregaron frente a la Quinta de Olivos para expresar su descontento.
Ante esta situación, contemplando el creciente malestar social, en la Cámara de Diputados se solicitó llamar a un cuarto intermedio o postergar la sesión, pero el oficialismo se negó. De este modo, el debate avanzó, mientras la población gana las calles en defensa de los sectores perjudicados por esta medida del Gobierno.
El diputado nacional, Fernando Espinoza aseguraba que “es tiempo de reflexionar” y le requirió a Macri “y a sus colaboradores que piensen lo que están generando en la sociedad”. “Hay que escuchar a la gente. Los trabajadores en las calles y los cacerolazos son un llamado de atención”, agregó.
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