
El Consejo Internacional de Museos nos recuerda que el “Día Internacional de los Museos” se celebra el 18 de mayo de cada año y nos propone un tema que se sitúa en el centro de las preocupaciones de la sociedad.
La jornada, que en 2020 tendría como lema: “Museos por la igualdad: Diversidad e inclusión” ha trasladado testimonialmente su celebración al ámbito virtual; en tanto el ICOM-como entidad organizadora-, ha propuesto celebrar tres jornadas a partir del 14 de noviembre, coincidiendo su aniversario.
Los Museos, esos escenarios donde se despliegan diversos discursos para preservar la memoria -tarea central de los museólogos-, esos espacios para la transformación donde se llevan adelante investigaciones que despliegan conocimientos desde la comprensión del objeto en relación con su entorno, esos lugares que permiten el disfrute de la historia y del patrimonio natural y cultural (casi siempre desde lo local); esos museos que se han convertido en un instrumento de desarrollo social y cultural al servicio de la sociedad que lo circunda estarán celebrado y por primera vez lo harán a puerta cerrada.
La crisis del Covid19 ha golpeado con fuerza al mundo de la cultura y el entretenimiento, donde los museos son unas de las instituciones más afectadas. No habrá jornadas especiales, ni actividades gratuitas, ni miles de visitantes entusiasmados esperando la entrada sin costo. Y tal vez no las habrá en mucho tiempo, al menos mientras dure la pandemia.
Los museos del mundo han cerrado y aún no se sabe cuándo podrán reabrir. En Europa los grandes museos pierden mucho dinero y la existencia de los más pequeños peligra por falta de recursos. En América, donde la crisis sanitaria ha golpeado más tarde, permanecen cerrados desde fines de marzo y sin fecha de reapertura. En Argentina, en el sector de la cultura se continúa con el aislamiento social y la prohibición de abrir los museos.
Sin embargo, como las efemérides hay que celebrarlas, en los espacios digitales habrá un lugar, y será un momento de reflexión desde casa para recordar esta importante fecha.
Entonces, una vez más decimos que en Argentina, la fecha es el recuerdo de una asignatura pendiente con los más de 1200 museos que celebran la cultura desde la Quiaca a Ushuaia, desde los Andes al Litoral.
Nuestros museos sobre todo los municipales, los que representan a las comunidades, los pequeños, y muchos provinciales se encuentran en muy mal estado en comparación con los de otros países de la región, donde la fuerte identidad cultural de estos países se ve reflejada en las instituciones del estado.
Ante la diversidad de nuestro país, la constante problemática social y económica, temas tales como la cultura -y en especial los museos como reflejo material de ella- siempre corren atrás de otras necesidades insatisfechas-, y de hecho esta crisis del coronavirus lo ha puesto de manifiesto, develando carencias y falencias. Sin legislación específica, sin personal puntualmente preparado y capacitado, sin recursos materiales ni tecnológicos muchos museos argentinos deberán afrontar la realidad para adaptarse una vez más a los cambios de su entorno.
Este presente invita a los profesionales de museos a reinventar y pensar nuevas estrategias para el futuro inmediato, para cuando las puertas vuelvan a abrirse. Entonces cambiará la manera en que se visitan los museos, habrá que trabajar con extraordinarias medidas de distanciamiento y adaptarse a la nueva realidad para volver en cuanto se pueda.
Igualmente, sería bueno que todos los ciudadanos nos planteemos cual será la política cultural próxima -y de los museos en particular-. No solo se trata de dinero, (o su falta) se trata fundamentalmente de saber qué es lo que se quiere de estas instituciones y –lo esencial–que estas estén conformadas y dirigidas por profesionales formados para desempeñarse en los museos.
El 18 de mayo es una fecha para recordar que para que se cumpla el lema: “Museos por la igualdad: Diversidad e inclusión”, el futuro de nuestros museos que depende -en gran parte- del interés de los ciudadanos, quienes los usufructúan y mantienen. Porque un pueblo que no cuida y preserva su cultura no tiene futuro. La historia así lo demuestra.
Queda mucho trabajo pendiente y se da por hecho que la readaptación resultará costosa, pero, ¿acaso no son las dificultades de la vida las que nos mueven a mejorar?