San Justo. Familiares de al menos 6 víctimas de delitos, asesinados en los últimos meses en varias localidades matanceras, concentraron frente a la municipalidad para exigir más seguridad. Participaron allegados de Nahuel Ruiz, Diego Aponte, Fernando Hinojosa y Cristian Palavecino.
Por Valeria Virginia Villanueva
villanueva.valeriavirginia@gmail.com
Vecinos de distintos puntos de La Matanza se movilizaron el miércoles por la mañana junto a familiares y amigos de víctimas fatales de delitos perpetrados durante las últimas semanas en el distrito. El reclamo una vez más fue el de seguridad, y más puntualmente, el de celeridad en el accionar judicial, mayor presencia de efectivos policiales y de gendarmería dentro de los barrios, y cámaras de seguridad.
Con pancartas y de manera pacífica, decenas de personas partieron desde la Rotonda de San Justo, cortando el tránsito por Almafuerte –pese al pedido de las fuerzas de seguridad de marchar por la peatonal de Arieta- hasta el recinto municipal. Una vez allí, autoridades del gobierno local invitaron a dialogar en privado a un familiar de cada uno de los casos, mientras el resto de los manifestantes aguardaron en la puerta hasta el mediodía.
Participaron, entre otros conocidos casos recientes, allegados de Nahuel Matías Ruiz –ejecutado en noviembre con 25 años en un intento de robo de su camioneta, en Rafael Castillo-, de Diego Aponte –fusilado a los 22 años para robarle la moto en diciembre, en Ciudad Evita- y de Fernando Hinojosa –asesinado días atrás a los 42 años para robarle el auto al hermano, en San Alberto.
También se sumaron familiares de Cristian Palavecino, exigiendo la libertad del joven de 26 años cuya inocencia defienden, ante la acusación de robo a cuadras de su vivienda en Laferrere.
La urgencia del reclamo
“La policía nos dijo que no tienen apoyo del municipio, vinimos a reclamarlo y salimos a cuidarnos entre los vecinos”, explicó a NCO una de las convocantes de Isidro Casanova y agregó: “estamos rodeados de villas, se sabe que vienen de ahí, son conocidos”.
Si bien tras el crimen del electricista Hinojosa colocaron un patrullero dentro del barrio, solo se hace presente durante el día. “Caminantes no hay, y necesitamos alguien las 24hs”, protestó y contó que a principios de diciembre también sufrió un hecho de inseguridad en la puerta de su vivienda: “le apuntaron en la cabeza a mi nena de casi 2 años”.
“El remedio de emergencia es que haya más presencia de policía y gendarmería, pero sabemos que es un trabajo para largo, no es simplemente meter chicos en la cárcel, sino que tiene que haber buena educación, un cambio en el sistema”, consideró Rodolfo, amigo y compañero de trabajo de Dieguito Aponte.
“Queremos que el caso no quede en el olvido, tenemos la sensación que si aflojamos le dejan de dar importancia”, dijo y puntualizó que, según rumores, uno de los acusados del asesinato del joven es fugitivo de correccional de menores y sus hermanos pueden estar involucrados ya que cayeron presos por otros crímenes, uno es menor”
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Matar por diversión
Así lo definieron algunos de los presentes al modo en que están actuando los delincuentes en La Matanza, frente a la ineptitud policial y judicial. “La moto de Dieguito apareció a los días quemada, fue una burla”, contó Rodolfo.
“Compiten entre bandos a ver quién mata más”, resumió la prima de Hinojosa, Elizabeth y respecto de los criminales, asumió: “sabemos quienes son pero no podemos hacer nada”.
“En la morgue de puente 12 me dijeron que ingresan por día entre 10 y 12 asesinados, 5 como mínimo”, enfatizó Rodolfo para mostrar la gravedad de la situación y culminó: “a cuadras de Dieguito vive la viuda de Hinojosa, no puedo creer que le tuve que dar el pésame cuando ella me lo dio a mí hace días”.
