Se trata de los dueños de la casa donde vivía la víctima junto a su madre en Ezpeleta, quienes abusaban de la niña y la amenazaban con dejarla en la calle si contaba los tormentos a los que era sometida.
La pequeña vivía con su madre en una vivienda que los acusados les alquilaban, en el fondo de un terreno sobre la calle E. Minuto al 5000, en la zona oeste de la mencionada localidad de Quilmes.
Allí, la niña de 11 años era violada por un hombre de 50 años y su hijo de 17, en los momentos en que su madre se iba a trabajar y era amenazada por los agresores con dejarlas en la calle en caso de que se supiera lo que ocurría.
Los hechos salieron a la luz cuando una amiga de la niña no pudo contenerlo y contó el secreto a su madre, tras lo cual la mujer mandó a buscar a su hija desesperadamente, ya que se encontraba de vacaciones en Mar del Tuyú con su abuela.
Una vez en Ezpeleta la niña fue sometida a pericias por parte de peritos de la Policías quienes constataron que tenía “desfloración del himen de vieja data”, al tiempo que ella misma reafirmó lo que había contado su compañera durante la declaración judicial a la que fue sometida.
Pese a esto, como las violaciones no eran recientes, no es posible comprobar de manera inmediata las acusaciones por lo que tanto el padre como el hijo sólo fueron demorados unas horas en la comisaría y se encuentran en libertad.
Frete a esto, los vecinos de la zona, en apoyo a la pequeña y su madre, amenazaron con incendiar la casa si no terminan entre rejas los dos.
Por su parte, la madre de la víctima, indignada, manifestó: “A mi hija la violaron muchas veces, una y otra vez. Yo estaba alquilando acá y ellos se aprovecharon de la situación”.
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