San Justo: Mariel Osan; una funcionaria enfurecida

Por Prof. Joaquín G. Puebla

Mariel Osan es Supervisora General en Subsecretaria de Tránsito y Transporte de la Municipalidad de La Matanza, un cargo de importancia dentro de la estructura de dicha repartición municipal. Esta funcionaria fue noticia hace unas semanas porque el STMLM la denunció como “maltratadora del personal”, recordemos lo que publicó al respecto NCO: “Soy una de las más damnificadas, esta mujer es agresiva, prepotente, a mi me mando a archivos por discutir y quejarme siempre, me desmoraliza mandándome sola. Fue abuso laboral, es atrevida, mal educada y muy prepotente conmigo” sostiene una trabajadora municipal del área y agrega que “Las primeras que la enfrentaron las mandaron a otro lado, eran chicas de cooperativas, las desmoralizo, trabajaban 6 horas no 4, nosotros tememos represalias.

Me dijo que por hacer quilombo no iba a volver de mis vacaciones. Me amenazó solo por decirle lo que me molestaba que tratara tan mal a las cooperativistas”. Otra de las trabajadoras dice que “Ella no quiere delegados dice tener un curso para desarmar a los delegados, acá no hay cabecillas, somos todos compañeros, todo el tiempo dice que nos quiere trabajando por separado, por culpa de ella hay casi 400 registros sin entregar. Hay personas que vienen todos los días. La gente va de un lado para otro y terminan acá porque saben que lo hicieron acá. Es decisión de Mariel Osan si se entregan o no y ella no quiere dar la cara, a las personas las atendemos nosotras y ya no sabemos que decirles”.

Todas las cosas planteadas en la nota siguen sin resolverse, Mariel Osan sigue maltratando al personal y, lo que es una vergüenza, los registros siguen sin entregarse.

A esto se le suma un episodio que ocurrió el jueves pasado cuando Mariel Osan fue víctima de un robo. En un descuido le sustrajeron dos celulares de su propiedad. Ante esto, la funcionaria montó el cólera, comenzó a los gritos, amenazó a diestra y siniestra al personal y para hacerla completa, mandó a cerrar las puertas de la repartición con muchos vecinos adentro que estaban realizando el trámite para la obtención del registro de conducir.

No contenta con el desopilante espectáculo que estaba dando, Mariel Osan amenazó a los empleados municipales y vecinos con revisarlos uno por uno hasta que aparecieran sus celulares y al grito de “Acá no sale nadie” se enfrentó a todos intentando cumplir su amenaza.

Obviamente, en algún momento se dio cuenta de la estupidez que estaba cometiendo y sin decir nada, desapareció y todo recobró su ritmo normal. Pero el daño ya estaba hecho.

Mariel Osan cometió un delito. Según Daniel Eduardo Rafecas, en su libro “Delitos contra la libertad de un funcionario público”, sostiene que “Los delitos contra la libertad cometidos por funcionarios públicos se encuentran tipificados en los arts. 143 a 144 quinto del Código Penal. Se trata de un conjunto de tipos penales en donde el bien jurídico libertad está, como en el resto del Título V del Código Penal, en el primer orden de consideración.

Sin embargo, y a diferencia del resto (arts. 141 a 142 bis y 145 a 149 ter), estos son delitos especiales, es decir, que no pueden ser cometidos por cualquier persona, sino que el sujeto activo debe reunir ciertas cualidades específicas. En tal sentido, sólo pueden ser autores de estos delitos los funcionarios públicos (art. 77, C.P.): se trata de restricciones realizadas por funcionarios que abusan de sus atribuciones para delinquir, en el sentido de que estando autorizados para restringir la libertad de las personas mediando ciertas circunstancias, actúan con arbitrariedad, afectando concomitantemente, el adecuado funcionamiento de los órganos del Estado”.

El Art. 144 bis, inciso 1°, C.P. sostiene que “Será reprimido con prisión o reclusión de uno a cinco años e inhabilitación especial por doble tiempo:
1º El funcionario público que, con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley, privase a alguno de su libertad personal”.
Mariel Osan es funcionaria pública y le negó su libertad de ir y venir no sólo a los empleados municipales sino también a los contribuyentes presentes; abusó de su poder.

Un vecino que presenció el incidente, comentó que “Me hizo acordar a la escuela primaria, cuando alguien se afanaba algo y la maestra nos amenazaba con revisarnos a todos. Esta mina esta loca, se cree maestra de escuela”.

“Esto es un vergüenza y alguien debe hacer algo, esta señorita es funcionaria municipal, no puede hacer esto” sostuvo indignada Patricia S., quién esperaba pacientemente realizar su trámite y remarcó que “Vine a las 7.30 de la mañana, dejé de trabajar para renovar el registro y encima me tengo que bancar que una loca me encierre y me grite. Voy hablar con un abogado y le voy a iniciar una demanda al municipio”.

Si uno recorre el Curriculum de Mariel Osan se verá que en ninguna parte figura los estudios ó la experiencias necesarias para desempeñar tan alta función.