Aunque la noticia se conoció este martes, el hecho ocurrió a principios de semana, cuando tres hombres asesinaron a otro de un disparo en la cabeza y varias puñaladas en un descampado. Se presume que la víctima había abusado sexualmente de una mujer.
De acuerdo a lo que publicó la agencia de noticias Télam, el hecho ocurrió este lunes alrededor de las 18, cuando un grupo de hombres comenzó a perseguir a pie a la persona asesinada, por la localidad de González Catán, según informaron fuentes policiales y judiciales.
Los voceros dieron a conocer que un testigo de la zona relató que observó cómo los hombres corrían al supuesto violador, de apellido Martinelli, y le gritaban “abusador”, hasta que finalmente lo alcanzaron en un terreno baldío ubicado en el kilómetro 3 de la Ruta provincial 1001. Cuando lo tuvieron dominado, dos le habrían dado varios puntazos en la espalda con un elemento cortante, mientras que el tercero habría sacado el arma de fuego y con la que le disparó directo en el cráneo, provocándole la muerte de forma instantánea.
Según las fuentes, tras asesinar a Martinelli, los hombres escaparon, uno de ellos a bordo de una motocicleta. Tras el llamado de un vecino a la policía, llegaron al lugar los efectivos de la comisaría 5ta. de González Catán, quienes constataron que el hombre había fallecido e iniciaron un rápido operativo rastrillaje con la intención de hallar a los asesinos.
Más tarde, fue convocado el fiscal temático de homicidios del Departamento Judicial La Matanza, Carlos Arribas, quien ordenó que se acordonara la escena del crimen para la tarea de los peritos científicos y que se entrevistara a los vecinos en busca de pistas útiles para la pesquisa.
Actualmente, la principal hipótesis del trabajo policial apunta a que los homicidas serían familiares de la mujer abusada quienes, al enterarse de que el hombre había salido en libertad, decidieron hacer justicia por mano propia y asesinarlo.
El fiscal Arribas dispuso que se realice un peritaje sobre el celular y se analicen las últimas llamadas y mensajes de texto de la víctima, con la intención de determinar si ésta conocía a sus asesinos y si había recibido amenazas previamente. En la causa intervienen la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) La Matanza y la Jefatura Departamental.
