Número de edición 8481
La Matanza

La Tablada: “Fue un accidente y fuimos los más perjudicados”


El lunes 29 de octubre algo cambió en la vida de Juan Fassi, Presidente de CEARCA, empresa que fábrica de conductores eléctricos en su planta de Villa Madero y de La Tablada.
Precisamente en la planta de Asamblea y Jujuy de La Tablada ocurrió un accidente que le hizo pasar a Juan Fassi la peor semana de su vida laboral.

La tormenta, que inunda muchos barrios de La Matanza, derramó más de un millón de litros de agua, en pocos minutos, en la fábrica de conductores eléctricos, vertiendo 3 mil litros de aceite en varias cuadras a la redonda.
Juan Fassi, Presidente de CEARCA, dialogó con NCO y nos contó como una tormenta puede cambiarle la vida a la gente.

“Cuando viene la inundación nos inundamos nosotros también, no sólo los vecinos” asegura Juan Fassi y explica que “Toda el agua de la Fábrica Grimaldi y TALPSA (Transporte Automotores La Plata) nos viene a nosotros. La Fábrica Grimaldi debería hacer un reservorio para el agua en caso de inundación, pero no lo hicieron y toda esa agua nos viene a nosotros. Calculamos que hubo un millón y pico de litros de agua que se volcaron sobre nuestra planta. Pero nadie se hace responsable, ni las empresas y el municipio, a partir de los inconvenientes que tuvimos, junto al ACUMAR van a tomar cartas en el asunto”.

Juan Fassi nos cuenta que “Cuando hicimos la planta, canalizamos todo para evitar que el agua de la Fábrica Grimaldi nos inundara a nosotros, pero el día de la tormenta fue tanta la presión del agua de lluvia que levantó la tapa del desagüe y nos inundó la planta. Para mayor desgracia, esto fue un fin de semana y no había personal trabajando, fue el lunes a la madrugada. Está todo filmado, el agua comienza a inundar la fábrica y se empieza a desparramar por todos lados. Nosotros tenemos unas máquinas para trefilar el alambre y debajo de esas máquinas hay un depósito de un aceite que se utiliza para lubricar. El aceite no es contaminante, es un compuesto especial con una parte mineral, otra animal y parte vegetal. No es tóxico, no es cancerigeno, no es inflamable pero mancha. Trabajo con ese aceite hace 25 años y nunca a nadie le paso nada, nadie se enfermó”.

“El agua se desparrama y se mete en la fosa del aceite y como el agua es más pesada que el aceite, saca todo el aceite de la fosa y comienza a desparramarse por toda la planta, por la caída natural del terreno sale de la fábrica e inunda a los vecinos; estamos hablando de 3 mil litros de aceite y repito que no es tóxico, no es cancerigeno, no es inflamable pero mancha y mucho. La inundación de todo el Camino de Cintura se me concentró en este galpón, es algo que nunca había pasado antes” expresa Fassi y agrega que “Ante esta situación, lo primero que hacemos es dar la cara y hablar con los vecinos. Les explicamos que el aceite no es tóxico, no es cancerigeno, no es inflamable pero mancha. Fuimos a hablar con los vecinos, vimos los daños que había (daños que tiene que ver con manchas en los muebles, los pisos, los autos, etc). El aceite no arruina los electrodomésticos, eso lo hace el agua. El aceite lo único que hace es ensuciar”.

Juan Fassi remarca que “Nosotros somos lo más perjudicados por esta inundación y el desparramo del aceite. Se hizo la tarde y algunos vecinos se acercaron y nos dijeron que tenían los colchones mojados y todos manchados; entonces decidimos, como primera medida de asistencia cambiarles los colchones, Vamos a Wall Mart, al EASY y a Carrefour y compramos todos los colchones que tenían de una plaza y algunos de dos plazas. Con ayuda de la policía comenzamos a repartir los colchones en la puerta de la planta, dimos todos, algunos se quedaron sin colchones y acordamos que al otro día les repartíamos a ellos. A todo esto, varios vecinos nos alertaron que estaban viniendo de Villa Palito a buscar los colchones” y agrega que “Al otro día compramos más colchones y se lo dimos a los vecinos que se habían anotado y se quedaron el día anterior sin colchones. En total dimos 150 colchones”.

Juan Fassi, algo angustiado, nos dice que “Por la tarde vino un grupo que era de Villa Palito, con un tal Cadena a la cabeza, se pudieron agresivos, golpeaban y tiraban piedras a la puerta de la planta, querían más colchones pero no eran del barrio, no estaban afectados por el derrame del aceite. A todo esto era las 21.45 horas y les dijimos que nos dieran la dirección de sus casas y que al otro día le llevábamos los colchones, Se pusieron como locos y ejercieron una presión terrible”.

“Yo labure toda mi vida y no sabía manejar a esta gente, estaban enloquecidos, querían los colchones en ese momento” nos dice Juan Fassi y añade que “La presión fue tal que me puse duro y les dije que en la planta no se repartían más colchones que se los daba a ellos y que se encargaran de repartirlos. A las 21.45 horas salimos a comprar los colchones a Wall Mart de San Justo, compramos 30 colchones y después de 50 minutos volvieron y les dimos los colchones para que los repartan a tres cuadras de la planta para que dejen de molestar a los vecinos” y asegura que “A los 100 metros de dónde entregamos los colchones los vendían a $200, a los 150 metros ya valían $150 y llegando a Crovara los colchones valían $50. Es decir, nos sacaron los colchones de prepo y los vendieron a todos”.

Juan Fassi afirma que “Al otro día nos organizamos y comenzamos a trabajar en ayudar a nuestros vecinos más inmediatos, fuimos a las casas y con una hidrolavadora y elementos de limpieza especiales, les limpiamos las casas y las veredas a los vecinos. Algunos vecinos tenían el auto manchado y les pagamos el lavado en un lavadero especial. Contratamos a una empresa para que retire la tierra llena de aceite y la reemplace con tierra negra” y sostiene que “Esto fue un accidente y la culpa, ¿quién la tiene?, ¿la fábrica Grimaldi?, ¿el municipio?, ¿la naturaleza?. Nadie tiene la culpa pero nosotros nos hicimos responsables, nosotros dimos la cara y ayudamos a nuestros vecinos damnificados; desde el martes hasta el sábado estuvimos trabajando en el barrio limpiando todo lo que el aceite manchó”.

Juan Fassi asegura que “Fue un accidente y dimos la cara, nadie nos prestó ninguna colaboración; después de una semana la planta volvió a trabajar. Tengo que reconocer la colaboración que prestaron los trabajadores en estas lamentables circunstancias, ellos pusieron el hombro cuando la empresa más lo necesitaba y eso me hace sentir orgulloso de nuestro personal”.

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