Los vecinos de Agüero y Talcahuano de la localidad matancera de Villa Madero están sufriendo una seguidilla de robos y amenazas de parte de una banda de pibes que se estacionan todo el día de la esquina mencionada.
No es un clima de inseguridad el que viven los vecinos, es algo real. Hace unos días un vecino llamo al 911 al recibir una amenaza verbal de uno de los pibes y a consecuencia de ello, su casa recibió, literalmente, una lluvia de botellazos y la puerta de su domicilio fue impregnada de alcohol y prendida fuego.
A otro vecino, que tuvo la osadía de llamar al 911, el grupo de jóvenes asaltó su casa provocando destrozos de toda índole.
“No se puede seguir así” nos comenta Esther y afirma que “La zona esta liberada, llamamos a la policía cuando viene, viene con la sirena prendida; obviamente, al llegar, no queda ninguno y apenas se va, vuelven estos malandras, ¿qué están esperando, que muera alguien?”.
Testimonios como el de Esther se repiten en toda la cuadra, los vecinos sostienen que la banda esta compuesta por pibes menores de edad y algunos adultos.
“Los más grandes sólo se sientan a fumar, a tomar cerveza y a drogarse; pero lo menores de edad (tienen entre 13 y 15 años) son los más violentos. Se pelean entre ellos a palazos y si alguien dice algo, te destrozan la casa” sostiene Sofía, una mujer mayor, que fue víctima, en reiteradas oportunidades, del accionar de estos delincuentes; y agrega que “La policía no los controla ó no puede hacer nada, uno los llama y cuando vienen, hacen sonar la sirena a todo volumen, como avisando de que llegan. Cuando aparecen, los pibes se escondieron y al irse, estos mal nacidos vuelven a molestar”.
“No sabemos bien que hacer, hay mucho miedo. Al vecino de enfrente le prendieron fuego la puerta de la casa por llamar al 911 y le destrozaron las ventanas de primer piso a botellazos” nos dice Juan Esteban y añade que “Acá cuando muera alguien, recién ahí van hacer algo. Esto no puede seguir así, hay vecinos que se están armando y vamos a salir a hacer justicia por mano propia. Después, seguro, que nos van a gritar asesinos”.
