El día lunes en horas de la mañana, una familia se dirigía por la calle Rocamora para abordar un colectivo hacia Capital Federal para comenzar su jornada de paseos de vacaciones de invierno, hasta que un joven, con intenciones de robo frustró sus planes.
Según el testimonio de Federico Potenza, padre de la familia, “tipo 8 de la mañana estábamos caminando con mi esposa y mis dos hijas chicas, ya estábamos llegando a la Ruta 21 y se nos acerca un pibe pidiéndonos plata para viajar, le dijimos que no y enseguida nos empezó a gritar que le demos todo y a mí me quería pegar, en un momento encara a mi hija y le empieza a gritar, ahí me volví más loco que él, saque una navaja que tengo para defenderme de estas cosas y le grite que rajara sino lo corto en pedazos, y me dice: amigo disculpa y se fue, demasiado impensado”.
Además, Guillermina Heredia, esposa de Federico, alegó “no estoy de acuerdo que el ande con esa navaja porque es peligroso, si ese tipo estaba armado nos pegaba un tiro a todos, pero nos salvamos de milagro, se notaba que ese chico estaba drogado porque estaba muy sacado, igual no se justifica nada, mis nenas todavía están con miedo y no quieren salir de casa por miedo a encontrarse con el “señor malo” como le dice ellas”.
