Caos en muchas zonas de La Matanza: Lo que la tormenta nos dejó

Nora Adámoli
Nova.periodismo@gmail.com

Hasta este domingo, cientos de personas continuaban sin luz y agua en distintas zonas del Distrito. Los vecinos de La Candela, en Barrio Peluffo, cortaron Monseñor Bufano como medida de protesta, a cuatro días de la impresionante tormenta que azotó principalmente a la zona oeste y sur del Conurbano.
El día después del temporal, las postales eran desoladoras: árboles caídos, postes de luz y teléfono tumbados sobre los techos de las casas, tapiales destruidos, chapas en el piso y hasta casas prefabricadas deshechas.
“En Villa Luzuriaga, una señora que enviudó hace poco acaba de quedar en la calle porque vivía en una casa prefabricada que se destruyó con el inmenso viento que tuvimos”, mencionó una trabajadora social.
En Triunvirato y Chenaut, al igual que sucedió en la última tormenta del 12 de marzo pasado, cayó un importante árbol que dejó incomunicados a los vecinos que necesitaban pasar con sus vehículos.
Allí, también se derribaron muchos postes de teléfono y luz, lo que generó las quejas al notar que las horas corrían y los servicios no se restablecían. La primera protesta se dio sobre Camino de Cintura, donde se informó que quemaron cubiertas. La segunda fue este sábado a la noche y realizada por vecinos de Larrazabal y Remedios de Escalada.
Al respecto, en la plaza de Manzanares, de Villa Luzuriaga, cayeron una gran cantidad de árboles, por lo que además de retirar los que ya se derribaron, habrá que dar comienzo a una campaña de forestación.
La zona sur del Distrito fue otro punto muy afectado por el temporal, especialmente por la gran cantidad de árboles que cayeron, dejando sin luz a miles de vecinos.
“Nos comentaron que la delegada, de manera telefónica, negó la posibilidad de enviar una cuadrilla para sacar un árbol en la calle. Por esto, los vecinos estaban sin luz. La gente de Edenor se encontraba en el lugar para realizar su tarea pero ella de muy mala forma respondió que antes de sacar ese árbol, debía tener luz en el centro de Laferrere”, mencionó Gladys.
Al respecto, opinó que “es necesario armar una Defensa Civil con guardias permanentes y pasivas. Obviamente, falta una preparación que también incluya una orientación psicológica para poder contener al afectado. Se hizo todo lo que se pudo, pero en esta zona había más de 20 pinos caídos”.

La plaza de Ramos Mejía también sufrió las consecuencias, aunque no generó grandes conflictos. En una de las imágenes, se puede apreciar el desplome de dos árboles sobre la vía pública.
En Lomas del Mirador, los vecinos pasaron 68 horas sin luz. El máximo problema que aparecía era la falta de comunicación con Edenor. “En ningún momento nos atendieron telefónicamente. Uno de los números siempre daba ocupado y el otro ni siquiera llamaba”, comentó Nicolás.
En una zona cercana, Haedo, además de faltar la luz, no había agua. “Es terrible, porque además de no contar con el servicio eléctrico, no podemos bañarnos ni cocinar. No se puede esperar tanto tiempo”, mencionó Solange, una vecina de la zona.
Colaboradores
NCO agradece a quienes acercaron las imágenes que tomaron del estado en el que se encontraba el barrio momentos después del temporal: Claudia Arleo, Verónica Martínez y Analía Carreño.