Número de edición 8481
La Matanza

Villa Luzuriaga: Vecinos volverán a pedir información sobre la usina de Edenor


La subestación, que cumple un año desde que fue instalada, continúa estando en el ojo de la tormenta pese a las mediciones que se realizaron, con presencia del ex secretario de Medio Ambiente, Daniel Iglesias.

Siguen preocupados. Los casos de cáncer se repiten. NCO, que fue el primer medio en darle lugar a los reclamos, volvió al barrio y encontró la misma situación: los vecinos, sugestionados por lo que se vive, exigiendo respuestas.

Se preguntan por qué la subestación tuvo que ser instalada en un lugar tan habitado, rodeado de casas, de instituciones y de negocios. Según dicen, muchos problemas de salud se han originado o agravado desde que la subestación comenzó a funcionar.

En el lugar, ya no están los variados carteles que los habitantes colocaron cuando los citaron a una recorrida dentro del predio, acompañados por Iglesias y por personal de la empres que brinda el servicio eléctrico en la zona.

Además, en estos momentos destacan que personas que protestaron pacíficamente por una usina similar, ubicada en Berazategui, fueron reprimidos. Aunque aquí no sucedió lo mismo, buscan ponerse en contacto con los frentistas de aquel lugar para conocer los daños provocados, hasta ahora presuntos, por esta central.

Liliana Rodríguez es una de las personas que encabeza los reclamos en La Matanza y es quien más busca explicaciones. Cerca de su casa, también hay una cementera y una empresa de comestibles, que según denuncian, arrojan desechos a la calle. Ella sufre de cáncer y remarca que los tumorales aumentaron notablemente desde que todas estas compañías desarrollan sus tareas en Villa Luzuriaga.

En el mes de noviembre del año pasado, el subgerente de Edenor y el entonces secretario de Medio Ambiente local se presentaron en la Subestación Eléctrica ubicada en Camino de Cintura y Remedios de Escalada.

“Ellos nos dijeron que no es contaminante, pero aquí hay cada vez más casos de cáncer”, comentó Liliana a NCO. Tal como los vecinos lo venían solicitando desde hace meses, se realizaron las mediciones correspondientes para determinar si las ondas que emana la Subestación, que comenzó a funcionar a principios de año, son cancerígenas o, por lo pronto, pueden producir impactos en el medio ambiente.

Asimismo, la mujer contó que, aunque quienes brindaron las explicaciones se encontraban con cascos, los vecinos realizaron toda la recorrida sin protección alguna. “No puede ser, son normas básicas de seguridad”, destacó y recordó que a las autoridades se les solicitó que coloquen el cartel identificatorio.

“Después de eso, hablaron sobre los transformadores (que tienen el tamaño de un ómnibus). Según ellos, son dos, pero en el expediente, al que tuve acceso, figuran nueve. Es decir, el resto está bajo tierra”, señaló.

En este sentido, remarcó que “existe una disociación entre lo que yo leí, de lo que solamente me dejaron extraer muy pocas consideraciones, y lo que ellos dicen. Sumamos a esto que la usina funciona al lado de dos estaciones de servicio, ¿eso no es peligroso? Según dicen estos hombres (en referencia a Julio Márquez, subgerente de Edenor y al secretario de Medio Ambiente, Daniel Iglesias), se hizo una audiencia pública en la calle Almafuerte y los vecinos aceptaron su instalación, cuando jamás se nos llamó, además de que edificaron y colocaron todo desde la oscuridad y sin ninguna señalización”.

Liliana viene luchando desde hace varios años con un cáncer que ya la hizo pasar por 59 sesiones de quimioterapia que deterioraron aún más su estado de salud. “Mudate ya de este lugar porque las ondas electromagnéticas te están aumentando los tumorales”, le dijo su médico cuando la mujer le contó que a unas tres cuadras de su casa, se había instalado la subestación.

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