Algo están tramando en La Plata

La Plata

por Prof. Joaquín G. Puebla

Hace unos años, tuve la oportunidad de reunirme con Fernando Espinoza día antes de asumir como Intendente Municipal en reemplazo de Alberto Balestrini, quién a su vez, asumiría como Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.

En esa oportunidad, el aún no asumido Intendente Municipal, me habló sobre el tema del censo mal censado del año 2001 dónde a La Matanza le faltaron varios de miles de habitantes (quedaron fuera barrios muy populosos de Gregorio de Laferrere, González Catan y Virrey del Pino) y otro tema que abordó fue sobre cómo estos datos amputados cercenaban la posibilidad de pelear por unos puntos más de la coparticipación provincial y federal.

La charla continuó por otros andariveles. Con el paso del tiempo, por comentarios oficiosos, me he enterado que dichos comentarios se habrían convertido en una suerte de muletilla de Espinoza en muchas conversaciones privadas pero, que en muy pocas ocasiones, las habría manifestado en público.

En el acto de la UNLaM del pasado jueves, el Intendente rescató el tema, habló claramente de la coparticipación federal, les pidió a los Diputados Nacionales presentes de la provincia de Buenos Aires que tomaran cartas en el asunto y trazó un paralelismo entre lo que representa La Matanza a nivel nacional, el 5% y lo que, teóricamente, le correspondería a La Matanza por ser el de Cristina Fernández de Kirchner un gobierno peronista, que rondaría un 7% de los recursos de las reparticiones del gobierno.

Asimismo, Espinoza expuso un concepto, al cuál nunca había aludido públicamente, que es el de la “Hermana Mayor”, que vean a La Matanza como la “Hermana Mayor” de los municipios bonaerenses.

Para algunos les pareció que eran comentarios acertados pero orientados a reafirmar la importancia política del distrito, pero para otros, que suelen “fumar bajo el agua” (como escribió Guillote), empezaron a desmenuzar el discurso y comenzaron los análisis de expertos matanceros, los análisis lingüísticos del discurso, los análisis políticos del mismo; surgieron la preguntas ¿porqué dice tal o cuál cosa?, ¿porqué lo dijo en tal o cuál momento?, ¿porqué… porqué y porqué?.

Hacia el fondo del patio de las Américas, que fue dónde se realizó el evento; un misterioso y casi escondido Dr. Martín Castillo, escuchaba los pormenores del acto. Recordemos que el mencionado es un importante funcionario en la Corporación del Mercado Central, controlado políticamente por Guillermo Moreno y más allá de está coincidencia, ambos son reconocidos ultrakirchsneristas.

Ahí viene la bomba: días previos al discurso del Intendente matancero Espinoza, ciertos legisladores provinciales alineados con Agrupación La Cámpora, hablaron de la posibilidad de desarchivar un viejo proyecto que es la división política del Municipio de La Matanza, en tres o más municipios. Pero a partir de las palabras del matancero, los muchachos de la juventud cámporista comenzaron a intensificar contactos a los efectos de esgrimir dicho proyecto como una suerte de espada de Damocles sobre el cuello del conductor político de la “Hermana Mayor” de los caciques bonaerenses, dado que especulan que Fernando Espinoza y otros jefes peronistas del conurbano, se inclinarían hacia el lado del Gobernador Scioli en su disputa con el comisario político Gabriel Mariotto.

Aclaremos algo, todos apoyan a “Cristina”, pero el comisario político Gabriel Mariotto desea comenzar a tomar vuelo y a marcar presencia en los distritos, cosa resistida y que es considerada una falta de respeto, por los jefes peronistas.

Ahora bien, yo me pregunto, ¿Fernando Espinoza sabía de la posibilidad que estudiaban los cerebros cámporistas de dividir La Matanza antes de hablar en el acto de la UNLaM ó, habló y dijo lo que dijo a modo de advertencia ó, es que estamos hilando muy fino?

Pero me olvidaba de contarles, hay dirigentes peronistas matanceros que han jurado y, siguen jurando lealtad y cariño, que ni lerdos ni perezosos han viajado a La Plata, han hablado sobre lo bueno que sería la división del distrito para aparecerse luego, los días jueves, por el gimnasio del Mercado Central a tomar un cafecito con el amigo Moreno; pero eso si, con Fernando (o sin Fernando) vamos por más.