Ante la preocupación
El alerta se sembró este martes a la tarde, cuando se anunció que la presidenta sería operada el próximo 4 de enero y hasta el 24 no retomaría sus funciones. Sin embargo, expertos en el tema aseguran que el carcinoma papilar tratado a tiempo, como en su caso, es curado definitivamente en el 95 por ciento de los pacientes.
Nora Adámoli
Nova.periodismo@gmail.com
Ante este tipo de noticias, cuando la palabra cáncer aparece, la preocupación y la alarma crecen irrefrenablemente. No obstante, es aconsejable no perder la calma y conocer más detalles acerca de estas complicaciones en la salud.
Según informó el portavoz presidencial Alfredo Scoccimarro, el pasado 22 de diciembre, la mandataria se realizó exámenes rutinarios y “se detectó un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la glándula tiroides”. A esto, añadió que la jefa de Estado, de 58 años, “ya se realizó los estudios pre quirúrgicos que indicaron la ausencia de compromiso en los ganglios linfáticos y la ausencia de metástasis”.
Como es de público conocimiento, la intervención se realizará el 4 de enero en el privado Hospital Austral, donde Cristina Fernández permanecerá internada durante 72 horas y además de mantenerse convaleciente por 20 días, en los que el vicepresidente Amado Boudou, reemplazante natural, tomará las riendas de la gestión.
¿Qué es la glándula tiroides?
Las glándulas endocrinas producen compuestos que el cuerpo necesita para funcionar de forma adecuada y eficiente. Estos compuestos se llaman hormonas, las cuales se vierten directamente en el torrente sanguíneo. Cantidades mínimas pueden producir grandes efectos sobre los sistemas del cuerpo.
En el caso de la glándula tiroides, produce dos hormonas denominadas tiroxina y tryodotironina. Su función es la de regular la actividad química celular y es esencial para el crecimiento físico y el desarrollo mental en niños. Cuando se produce una disminución, genera retrasos en el crecimiento y el desarrollo mental en niños (lo que se conoce como cretinismo). En caso de aumento, provoca hiperactividad, ansiedad, pérdida de peso, diarrea y pulso rápido.
Por lo tanto, esta glándula controla el ritmo metabólico. A su vez, la paratiroides es la que se encarga de regular los niveles de calcio en sangre.
¿De qué se trata la enfermedad?
El carcinoma papilar tiroideo es el cáncer más común de la glándula tiroides, que afecta más a las mujeres que a los hombres menores de 45 años (suele presentarse en la infancia). La causa de este cáncer se desconoce y, según afirman los especialistas, podría tratarse de un defecto genético.
Cabe destacar que la exposición a la radiación incrementa el riesgo de desarrollo de este tipo de cáncer, la cual se puede dar a través de tratamientos de radiación externa en altas dosis al cuello, especialmente durante la niñez, empleados para tratar cáncer infantil o algunas afecciones benignas de la infancia.
Este carcinoma, por lo regular comienza como un pequeño tumor en la glándula tiroides, que no genera síntomas. Aunque algunas pequeñas protuberancias pueden ser cáncer, la mayoría de los nódulos tiroideos son inofensivos y no son cancerosos.
De todos modos, es importante consultar a su médico si se presenta:
• Tos constante
• Dificultad para deglutir
• Agrandamiento de la glándula tiroides
• Ronquera o cambios en la voz
• Hinchazón en el cuello
• Tumor (nódulo) tiroideo
Si se presenta un tumor en la tiroides, el médico ordenará exámenes de sangre y posiblemente una ecografía de dicha glándula. Si la ecografía muestra que el tumor es mayor a 1.0 cm, se llevará a cabo una biopsia especial llamada aspiración con aguja fina (AAF). Este examen ayuda a determinar si el tumor es canceroso.
Con respecto al tratamiento, de acuerdo al pronóstico, puede basarse en tres tipos:
1. Cirugía
2. Yodo radiactivo
3. Medicamentos
La cirugía se realiza para extirpar la mayor cantidad de cáncer posible y cuanto más grande sea el tumor, mayor será la cantidad de glándula tiroidea que se deba extirpar. Con frecuencia, se extirpa toda la glándula. Después de la cirugía, la mayoría de los pacientes deben recibir yodo radiactivo, que generalmente se toma por vía oral.
Esta sustancia destruye cualquier tejido tiroideo remanente y también ayuda a obtener imágenes más claras, de manera que los médicos puedan ver si hay algún cáncer adicional. Después de la cirugía o el yodo radiactivo, el paciente necesitará tomar un medicamento llamado levotiroxina sódica por el resto de su vida, el cual reemplaza la hormona que la tiroides normalmente produciría.
La mayoría de los pacientes que tuvieron cáncer necesitarán hacerse un examen de sangre cada 6 a 12 meses para verificar los niveles tiroideos. Otros exámenes de control que se pueden hacer son ecografías y un examen imagenológico llamado gammagrafía de captación de yodo radiactivo (I-131) una vez al año. Más información al respecto: http://www.saludfemenina.com.ar/vademecum-hormonoterapia-de-reemplazo-eutroid.php.
La tasa de supervivencia para el cáncer papilar tiroideo es excelente; más del 95% de los adultos con este tipo de cáncer sobrevive al menos 10 años. El pronóstico es mejor para los pacientes menores de 40 años y para aquéllos con tumores más pequeños.
¿En dónde tratarse?
Lamentablemente, en La Matanza no hay hospitales públicos que se dediquen de lleno al estudio y tratamiento de las enfermedades vinculadas con la tiroides.
De todos modos, quienes estén en condiciones de hacerlo, pueden acercarse al hospital de Clínicas, Gutiérrez, Posadas (que es el más cercano y ofrece un seguimiento acorde con la enfermedad), Durand, Fernández, Pirovano, entre otros.