Número de edición 8481
Espectáculos

El quinteto Puente Celeste vuelve a Vinilo para tocar el CD que grabó allí mismo

El quinteto Puente Celeste, dueño de un sonido propio con el que viene trabajando desde hace una década, cerrará el jueves a las 21 en la sala Vinilo la serie de festejos por este aniversario que incluyó la edición de un CD y DVD registrado en vivo en ese local del barrio porteño de Palermo.

Virtuosos, compositores y multiinstrumentistas son los artistas que integran esta formación que no tiene límites a la hora de encarar la música latinoamericana de raíz y que, ahora, después de un largo peregrinaje, disfruta del aplomo que le dio los años y que quedó plasmado en este nuevo material.

“Puente Celeste tiene una identidad particular: las composiciones tienen una capa exterior muy directa y por otro lado una complejidad en otro nivel, lo que le da múltiples posibilidades de apreciación”, explicó en charla con Télam el contrabajista y compositor Luciano Dyzenchauz.

“Es algo que siempre se tuvo en cuenta desde el momento en que Santiago Vázquez (en 1999) convocó a las personas -continuó-, y fue una idea que dirigió el rumbo musical del grupo: que la complejidad no opaque la sensibilidad y la llegada más directa”.

“Hay una cosa más sensible que tiene que ver más con la emoción con la letra y con melodía, y una segunda escucha en la que aparece toda la riqueza tímbrica”, precisó el músico, quien definió este momento que atraviesa el grupo como de “apertura y de solidez”.

Vázquez en percusión y voz, Marcelo Moguilevsky en vientos y voz, Edgardo Cardozo en guitarra, requinto y voz, y Lucas Nikotian en acordeón y piano, completan el quinteto que se presentará el jueves 24 en Café Vinilo (Gorriti 3780) y el sábado 10 de diciembre en La Sala Café Concert (calle 43 entre 7 y 8 de La Plata).

En una suerte de balance de estos años compartidos, el contrabajista sostuvo que “hubo mucha evolución, lo que llevó a que hoy el grupo suene mucho más afiatado, entre nosotros hay una comunicación a veces telepática en el escenario que nos permite estar muy cómodos y sólidos a la vez”, sintetizó.

Sin embargo, el instrumentista es consciente de que el hecho de conocerse tanto puede jugar en contra de la espontaneidad o de la creación, algo que comparó con lo que puede suceder en una pareja, donde “a veces uno necesita reavivar la sorpresa y la novedad”.

Luego de presentar un ciclo durante cuatro meses en el CAFF y ofrecer conciertos en las ciudades de Rosario y Rafaela, Puente Celeste registró un material que incluye el audio de un show en Café Vinilo, imágenes del concierto y momentos de intimidad de cada uno de los músicos.

El material condensa la espontaneidad del vivo y lo más destacado de una trayectoria que llevó a la banda a grabar tres discos –“Canciones” (2009, “Mañana Domingo” (2004) y “Pasando el mar” (2002)- y rescata la versatilidad y el virtuosismo individual volcado en un trabajo colectivo.

“La banda en vivo puede llegar a calar más profundo, la energía es bastante picante”, sostuvo Dyzenchauz, quien reveló que para el show registrado en Vinilo el conjunto eligió un repertorio “signado por el impacto emotivo o por un momento de mucho fuego”.

-¿Cómo describirías la mecánica de trabajo del grupo?
-Es algo que sale muy naturalmente por suerte, de parte de todos hay una apertura, una invitación a que todos traigan sus cosas, hacemos una selección muy rigurosa y los temas, sean del autor que sean, nos tienen que gustar a los cinco.

La parte de composición es individual y hasta ahora no hemos compuesto entre varios, aunque muchas veces los arreglos se inmiscuyen tanto que termina siendo una composición grupal.

-¿Ya están armando su nuevo disco?
-Tenemos la selección de canciones para ser grabadas el año próximo con toda música nueva que continúa con esa misma línea y un proyecto que se va a unir allí, que son microcomposiciones con una idea mántrica de repetición de una pequeña composición que derivada en improvisaciones.

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