A pocos meses de culminar el ciclo lectivo 2011, un grupo de madres manifestó a NCO su preocupación por “la seguridad de sus hijos a la hora de salir de clases”.
“Robos, intentos de abusos, hasta golpizas y pequeños actos vandálicos”, aseguran que son moneda corriente en las zonas que rodean a distintas instituciones escolares que se encuentran en la zona de Gregorio de Laferrere , varios vecinos son testigos de cómo los chicos son robados o golpeados, volviéndose un tema recurrente en la rutina del barrio.
Mónica Solís, madre de una adolescente que concurre a una escuela privada de la zona aseguró que vive con miedo de que su hija tenga que vivir un episodio como el que vivieron varias de sus compañeras cuando salieron del colegio, que fueron esperadas por alumnas de otro institución cercano, que en medio de insultos comenzaron una pelea en la cual alguna de ellas tenían objetos contundentes, pero gracias a la intervención de varios adultos y testigos del lugar se pudo parar el conflicto.
Es por eso, que muchas de estas madres, padres, amigos o familiares se reúnen en grupos para acompañar la entrada y salida al colegio de estos alumnos, así lo declaró uno de ellos que luego de trabajar deja a su hermano en las puertas del establecimiento educativo ubicado a pocos metros del centro de Gregorio de Laferrere.
No sólo el miedo a sufrir una golpiza se encuentra latente, sino que el temor a ser asaltado es aquel motor fundamental por el que los allegados a estos chicos en edad escolar son movilizados para idear algún plan para evitar el delito. Algunos directivos consultados hicieron hincapié en que se está haciendo todo lo posible para que no sucedan más este tipo de situaciones, que prefieren perder un poco de tiempo en reunir a los educandos en el patio para dictar algún tipo de medida preventiva, que lamentar alguna consecuencia , en efecto llaman a la union entre todos los actores sociales de la comunidad.
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En consecuencia, algunos de los padres asienten que en varias oportunidades los profesores o maestros se tomaron varios minutos de su clase para enseñar a los chicos maneras de cuidarse cuando transitan sólo por la calle, por eso expresan sus más sinceros agradecimientos ya que la prevención de estos hechos tienen que ser por lo menos priorizado por unos minutos en el aula, porque la situación así lo amerita.
“Mi hijo hace tres semanas fue asaltado cuando iba al colegio, un nene de su edad con una navaja le quitó las zapatillas y el celular que tanto nos costó comprarle, igual ese no es el drama sino que mi hijo no pudo dormir durante días y además cuando caminaba por la calle tenía ataques de pánico todo ocasionado por el miedo a que le roben de nuevo, después de esto estoy organizando con un grupo de mamás el implementar un corredor como en capital para qué los chicos sean observados cuando salen y entran del cole” afirmó una de las mamás que dio su testimonio.
Mirtha, comerciante y vecina de la zona aledaña a la Avenida Luro , recordó que estos últimos tiempos los episodios en los que fue testigo de varios hurtos, peleas o golpizas feroces aumentaron considerablemente, en varias ocasiones jóvenes mujeres con sus guardapolvos en manos eran protagonistas de corridas o golpes parecidos a los actos que muchos hombres están acostumbrados a realizar, por eso cree que la educación no sólo se tiene que brindar en el sistema escolar también las reglas y valores se tienen que incorporar dentro del seno familiar.
Otra de las madres ratificó que también los intentos de abuso formaron en un tiempo las pesadillas de muchas alumnas y además pidió seguridad “hace un tiempo atrás varias chicas cuando salían o llegaban a la escuela eran seguidas por un tipo en una moto, que llegó a tocar a varias, esto nos tenía aterrados porque si llegaban a la violación después como les sacas la tristeza de haber sido atacadas por un degenerado, no pido que me den soluciones milagrosas, pido que nuestros pibes puedan estudiar tranquilos”.
